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Starpath pone a prueba su innovador robot lunar en el laboratorio de la NASA

Starpath pone a prueba su innovador robot lunar en el laboratorio de la NASA

Un año después de alcanzar el segundo puesto en el prestigioso Break the Ice Lunar Challenge de la NASA, la empresa emergente estadounidense Starpath ha dado un paso fundamental en su desarrollo tecnológico al probar su renovado robot de excavación lunar en las instalaciones del Marshall Space Flight Center, situado en Huntsville, Alabama. Esta oportunidad, obtenida como parte de su premio en el certamen, ha permitido a la compañía testar su vehículo de excavación y transporte de regolito en la exigente cámara de vacío térmico de 20 pies del centro de investigación, simulando las condiciones extremas de la superficie lunar.

El Break the Ice Lunar Challenge representa uno de los mayores impulsos para la innovación en tecnologías de minería espacial. La NASA lanzó este concurso con el objetivo de estimular el desarrollo de sistemas capaces de excavar y transportar regolito —el fragmentado y polvoriento material que cubre la Luna—, un recurso fundamental para las futuras misiones de exploración y permanencia humana en nuestro satélite. La posibilidad de extraer, procesar y utilizar recursos lunares es clave para la sostenibilidad de las operaciones en la superficie y, en última instancia, para la viabilidad de bases permanentes.

Starpath, una pequeña empresa con sede en Estados Unidos, sorprendió a la comunidad aeroespacial en 2023 con su prototipo de rover, que integraba sistemas avanzados de navegación autónoma, excavación modular y transporte eficiente de regolito. Su diseño se basa en una arquitectura ligera y resistente, capaz de afrontar el abrasivo polvo lunar y las pronunciadas diferencias de temperatura que caracterizan el entorno lunar.

La reciente prueba en la cámara de vacío térmico del Marshall Space Flight Center ha ido más allá de la mera validación técnica. Este entorno simula las condiciones de vacío y los cambios térmicos extremos que los equipos encontrarán en la Luna, donde las temperaturas pueden variar centenares de grados entre el día y la noche. El rover de Starpath fue sometido a ciclos de frío y calor, al mismo tiempo que debía excavar y transportar material granular similar al regolito real. Los ingenieros de la NASA observaron de cerca su rendimiento, evaluando la fiabilidad de los sistemas mecánicos, electrónicos y de control autónomo.

El éxito de Starpath en este entorno controlado constituye un importante avance en la preparación de tecnologías para la futura minería lunar. El regolito lunar es una fuente potencial de agua, oxígeno y materiales de construcción, todos ellos esenciales para la vida y las actividades industriales en la Luna. La capacidad de extraer y manipular estos recursos, sin depender del envío constante de suministros desde la Tierra, es uno de los pilares del programa Artemis de la NASA, que pretende establecer una presencia humana sostenible en la superficie lunar a finales de esta década.

En los últimos años, la carrera por la explotación de recursos lunares ha atraído tanto a agencias públicas como a empresas privadas. Mientras la NASA impulsa iniciativas como Artemis y los acuerdos Artemis para la cooperación internacional, empresas como SpaceX y Blue Origin trabajan en el desarrollo de vehículos de transporte y aterrizaje lunar. SpaceX, por ejemplo, lidera el desarrollo del sistema Starship, que ha sido seleccionado para llevar astronautas a la superficie lunar en futuras misiones. Blue Origin, por su parte, avanza en el diseño de su módulo de aterrizaje Blue Moon, orientado tanto a cargas útiles científicas como comerciales.

En el ámbito europeo, la empresa española PLD Space avanza con el desarrollo de su lanzador Miura 1, centrado en el acceso flexible y económico al espacio, mientras que Virgin Galactic continúa sus vuelos suborbitales para turismo espacial y experimentos científicos. Todas estas iniciativas, junto con el trabajo de empresas emergentes como Starpath, contribuyen a un ecosistema de innovación cada vez más amplio.

Por otro lado, el interés en la minería lunar está directamente relacionado con la búsqueda de exoplanetas habitables y la exploración de otros cuerpos del sistema solar. La extracción eficiente de recursos in situ será fundamental para misiones a Marte y más allá, permitiendo reducir costes y aumentar la autonomía de las tripulaciones en destinos lejanos.

El avance de Starpath en el Break the Ice Lunar Challenge y las recientes pruebas en la NASA demuestran el valor de la colaboración entre el sector público y privado en el desarrollo de nuevas tecnologías espaciales. Con cada hito, nos acercamos a una nueva era en la que la Luna dejará de ser simplemente un objetivo de exploración para convertirse en un entorno de trabajo y experimentación, clave para el futuro de la humanidad en el espacio.

(Fuente: NASA)