Space39a

Noticias del espacio

Space39a

Noticias del espacio

Noticias

AST SpaceMobile impulsa una red espacial soberana para conectar Europa sin intermediarios terrestres

AST SpaceMobile impulsa una red espacial soberana para conectar Europa sin intermediarios terrestres

La carrera por ofrecer conectividad global desde el espacio da un nuevo paso estratégico en Europa. La empresa estadounidense AST SpaceMobile, especializada en desplegar redes de banda ancha directamente desde el espacio, ha registrado ante los organismos reguladores internacionales sus planes para establecer una red soberana satelital que permita la conexión directa a dispositivos en territorio europeo. El procedimiento se ha realizado a través de Alemania, lo que subraya la intención de la compañía de afianzarse en el competitivo mercado europeo y responder a la creciente demanda de independencia tecnológica y digital en la región.

Una arquitectura directa para la era digital europea

AST SpaceMobile lleva años desarrollando una constelación de satélites de órbita terrestre baja (LEO) diseñada para ofrecer servicios de banda ancha móvil directamente a teléfonos inteligentes y otros terminales convencionales, sin necesidad de estaciones terrestres intermedias ni equipamiento especializado por parte del usuario final. Esta solución, conocida en el sector como “direct-to-device” (D2D), ha sido uno de los grandes retos tecnológicos de la industria espacial, pues requiere satélites con antenas de grandes dimensiones, procesamiento de señal avanzado y una gestión eficiente del espectro radioeléctrico.

El registro de esta red soberana ante la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) a través de Alemania supone un movimiento doblemente significativo: por un lado, permite a AST SpaceMobile reservar frecuencias y posiciones orbitales cruciales para el futuro despliegue de sus servicios en territorio europeo; por otro, responde a la creciente inquietud de los Estados miembros de la Unión Europea por garantizar la soberanía tecnológica frente a la dependencia de operadores extranjeros, especialmente estadounidenses y chinos.

El contexto internacional y la competencia en órbita baja

El anuncio de AST SpaceMobile se enmarca en una ola de iniciativas similares que buscan liberar a las grandes regiones económicas del mundo de la dependencia de infraestructuras terrestres vulnerables o de proveedores extranjeros. En los últimos años, la UE ha puesto en marcha el programa IRIS² (Infrastructure for Resilience, Interconnectivity and Security by Satellite), que pretende desarrollar una constelación europea propia para comunicación segura y resiliente, además de impulsar proyectos como el GovSatCom y la colaboración con empresas del sector privado.

En este contexto, AST SpaceMobile compite con gigantes de la industria como SpaceX, cuyo proyecto Starlink ya ha desplegado más de 5.000 satélites LEO y ha comenzado a ofrecer servicios de banda ancha incluso en zonas rurales e inaccesibles de Europa, América y África. SpaceX, además, ha anunciado pruebas de conectividad directa a móviles en colaboración con operadores como T-Mobile, lo que incrementa la presión sobre otros actores para acelerar el desarrollo de soluciones D2D.

Mientras tanto, Blue Origin —la compañía de Jeff Bezos— avanza en el desarrollo de su constelación Kuiper, cuyas primeras misiones de prueba ya han sido lanzadas y cuyo objetivo es ofrecer servicios globales de banda ancha en la segunda mitad de esta década. En paralelo, operadoras como OneWeb, ahora fusionada con Eutelsat, y la española Hispasat también exploran alianzas y despliegues para ampliar su cuota de mercado en el incipiente sector de la conectividad espacial directa.

Implicaciones técnicas e históricas

La posibilidad de conectar directamente un teléfono móvil convencional con un satélite supone un salto histórico en las telecomunicaciones. Hasta ahora, los sistemas de comunicación satelital requerían terminales especializados y antenas direccionales voluminosas, accesibles solo para mercados nicho o aplicaciones profesionales. Las redes D2D como la de AST SpaceMobile prometen democratizar el acceso a Internet de alta velocidad en cualquier punto del planeta, especialmente en zonas rurales, islas o regiones afectadas por catástrofes naturales donde las infraestructuras terrestres están dañadas o son inviables.

La arquitectura prevista por AST SpaceMobile implica el despliegue de satélites de gran tamaño, equipados con paneles solares extensibles y antenas de matriz en fase capaces de gestionar miles de conexiones simultáneas. La compañía ya ha realizado pruebas exitosas de comunicación directa en órbita con prototipos como el BlueWalker 3, que logró establecer enlaces 4G y 5G con dispositivos estándar en tierra. El reto ahora es escalar la constelación, gestionar el espectro radioeléctrico asignado y garantizar la interoperabilidad con los grandes operadores de telecomunicaciones móviles, especialmente en lo relativo al roaming y la seguridad de las comunicaciones.

Europa, un campo de batalla estratégico para la autonomía digital

La decisión de AST SpaceMobile de registrar su red soberana a través de Alemania refleja la importancia de Europa como mercado clave y laboratorio regulatorio en la nueva era de las comunicaciones espaciales. Con el impulso de proyectos nacionales y europeos, y la creciente colaboración entre agencias públicas y empresas privadas, el Viejo Continente se posiciona como uno de los principales escenarios de la batalla por la autonomía digital y la conectividad universal.

El éxito de estas iniciativas podría marcar un antes y un después en la manera en que ciudadanos, empresas y administraciones públicas acceden a la red, reforzando la resiliencia ante amenazas externas y abriendo la puerta a aplicaciones avanzadas en telemedicina, educación, emergencias y otros sectores estratégicos.

El desarrollo y la regulación de estas redes, tanto por parte de la Unión Europea como de la UIT y las agencias espaciales nacionales, será clave para garantizar que la revolución de la conectividad espacial beneficie a todos los ciudadanos y no profundice la brecha digital. El escenario está servido para una década de intensa innovación y competencia en la órbita baja terrestre.

(Fuente: SpaceNews)