BlackSky anuncia un satélite de observación de gran cobertura para 2027 que revolucionará la teledetección comercial

La pujante empresa estadounidense BlackSky ha anunciado el desarrollo de un nuevo satélite de observación terrestre de gran cobertura, cuya puesta en órbita está prevista para 2027. Con este ambicioso proyecto, la compañía busca ampliar las capacidades de su actual constelación de satélites y consolidar su posición en el competitivo sector de la teledetección comercial.
BlackSky, fundada en 2013 y con sede en Herndon (Virginia), se ha especializado en la obtención y análisis de imágenes en tiempo casi real a través de una constelación de pequeños satélites que orbita la Tierra. Su actual red, compuesta por 14 satélites BlackSky Gen-2, es capaz de capturar imágenes de cualquier punto del planeta varias veces al día, proporcionando información valiosa para la seguridad, la gestión de emergencias, el seguimiento de infraestructuras críticas y la inteligencia empresarial.
El nuevo satélite, cuyo nombre aún no se ha hecho público, está diseñado para ofrecer capacidades de imagen de área amplia, lo que permitirá cubrir extensiones mucho mayores que los sistemas actuales sin sacrificar la resolución. Según la información revelada por la compañía, este satélite será capaz de capturar imágenes de áreas extensas en una sola pasada, optimizando así la eficiencia y reduciendo el tiempo necesario para monitorizar regiones de interés.
En el contexto histórico de la observación terrestre, el salto cualitativo que propone BlackSky recuerda a los avances impulsados por la NASA en las décadas pasadas con programas como Landsat, que desde la década de 1970 han proporcionado datos críticos sobre el medio ambiente y el uso del suelo, aunque con una periodicidad y resolución inferiores a las que la tecnología actual puede ofrecer. En los últimos años, la proliferación de empresas privadas, como BlackSky, Planet Labs o la española PLD Space —aunque esta última se centra en lanzadores reutilizables y no en satélites de observación— ha democratizado y acelerado el acceso a la información satelital.
La decisión de BlackSky de apostar por un satélite de imagen de área amplia responde a la creciente demanda de datos en tiempo real y cobertura global por parte de gobiernos, agencias de seguridad y empresas privadas. En un mercado donde rivales como Maxar Technologies y Airbus Defence and Space también compiten por liderar la captura de imágenes de alta resolución y la monitorización continua, la innovación tecnológica resulta clave para mantener la competitividad.
El satélite, que será lanzado previsiblemente en 2027, complementará la actual constelación de BlackSky, permitiendo combinar imágenes detalladas de zonas concretas con vistas panorámicas de grandes regiones. Esta sinergia facilitará, por ejemplo, la detección rápida de cambios a gran escala —como desastres naturales, movimientos de tropas o alteraciones medioambientales— y el posterior enfoque en áreas críticas con imágenes de mayor detalle.
A nivel técnico, aunque BlackSky no ha especificado aún la plataforma ni el lanzador que empleará para su nuevo satélite, el sector especula que podría recurrir a socios como SpaceX, cuyo cohete Falcon 9 es ampliamente utilizado por empresas comerciales para el despliegue de satélites en órbita baja. SpaceX, liderada por Elon Musk, ha democratizado el acceso al espacio gracias a su política de precios competitivos y su capacidad para realizar lanzamientos frecuentes y fiables. Por su parte, empresas como Blue Origin, dirigida por Jeff Bezos, también están posicionándose para ofrecer servicios de lanzamiento a terceros, aunque su cohete New Glenn aún no ha realizado su vuelo inaugural.
En Europa, la española PLD Space sigue avanzando en el desarrollo de lanzadores reutilizables orientados al mercado de pequeños satélites, un sector en plena expansión. Su cohete MIURA 1 realizó un vuelo suborbital exitoso en 2023, y ya se preparan para el debut del MIURA 5, que aspira a poner en órbita cargas útiles comerciales en los próximos años.
La irrupción de nuevas capacidades de observación terrestre también tiene implicaciones para la exploración espacial y la búsqueda de exoplanetas, ya que las tecnologías desarrolladas para obtener imágenes precisas y analizar grandes volúmenes de datos pueden aplicarse a misiones de la NASA, la ESA y otras agencias que buscan identificar mundos potencialmente habitables fuera del Sistema Solar.
En resumen, el anuncio de BlackSky supone un avance significativo en la carrera por ofrecer imágenes de la Tierra cada vez más detalladas, rápidas y de mayor cobertura. La integración de esta nueva tecnología en su flota permitirá a la compañía responder con mayor eficacia a las crecientes necesidades de monitorización global, consolidando la tendencia hacia una observación satelital cada vez más accesible, versátil y en tiempo real.
(Fuente: SpaceNews)
