CNES, obligada a restaurar hábitats protegidos destruidos en su base de lanzamiento comercial

El Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES), la agencia espacial de Francia, ha sido declarado responsable de la destrucción de hábitats protegidos en los terrenos de la antigua base de lanzamiento Diamant, situada en el puerto espacial de Kourou, Guayana Francesa. Esta zona, históricamente utilizada para los primeros lanzamientos orbitales franceses, está siendo objeto de una profunda remodelación para adaptarse a las nuevas necesidades del sector espacial comercial, lo que incluye la creación de infraestructuras que permitan el despegue de vehículos reutilizables y el desarrollo de demostradores tecnológicos avanzados.
La resolución judicial, que ha sacudido al sector espacial europeo, ordena al CNES restaurar el entorno natural afectado en un plazo máximo de tres años. De no cumplir con esta obligación, la agencia se enfrentará a sanciones económicas significativas. El caso pone de manifiesto la creciente tensión entre el desarrollo de infraestructuras aeroespaciales y la protección del medio ambiente, una cuestión que está cobrando cada vez más relevancia en la agenda internacional, especialmente ante la inminente llegada de proyectos privados y la reutilización de antiguas bases de lanzamiento.
Un enclave histórico bajo presión
El complejo Diamant fue inaugurado en la década de 1960 y sirvió como plataforma para el primer cohete orbital francés, el Diamant A, que colocó en órbita el satélite Astérix en 1965. Tras décadas en desuso, la zona fue seleccionada recientemente para albergar nuevas infraestructuras que permitan el auge de lanzadores comerciales y la experimentación con tecnologías reutilizables, en línea con la tendencia global impulsada por empresas como SpaceX y Blue Origin.
La apuesta por la reutilización de lanzadores y la diversificación del sector han llevado a Europa a buscar soluciones innovadoras, y la modernización de plataformas históricas se ha convertido en una estrategia clave. Sin embargo, el proceso de transformación ha implicado la remoción de vegetación autóctona y la alteración de ecosistemas especialmente sensibles, algunos de los cuales están catalogados como hábitats protegidos por la legislación francesa y europea.
Obligaciones de restauración y contexto internacional
La sentencia obliga al CNES a implementar medidas concretas de restauración ecológica, que incluyen la replantación de especies nativas, la recuperación de suelos y la creación de corredores biológicos que permitan la reintroducción de fauna local. El fallo introduce, además, un precedente legal relevante que podría influir en futuras ampliaciones de bases espaciales en toda Europa.
La noticia llega en un momento en el que la competencia internacional por el acceso al espacio se está intensificando. Empresas privadas como SpaceX, que ha revolucionado el sector gracias a la reutilización de sus cohetes Falcon 9 y Falcon Heavy, han demostrado la viabilidad técnica y económica de reducir los costes de lanzamiento mediante infraestructuras adaptadas. Blue Origin, por su parte, avanza en el desarrollo de su cohete New Glenn, también reutilizable, con el objetivo de acaparar parte del mercado internacional de lanzamientos.
En el ámbito europeo, la firma española PLD Space prepara el debut comercial de su lanzador Miura 5, tras el éxito del vuelo suborbital del Miura 1 en 2023, y ha apostado por el desarrollo sostenible de sus instalaciones en Huelva y Teruel. La experiencia francesa pone de relieve la importancia de compatibilizar la innovación tecnológica con la protección ambiental, un desafío que también afrontan otros actores como Virgin Galactic, que ha tenido que adaptar sus procedimientos operativos para cumplir con regulaciones medioambientales en Estados Unidos.
El papel de las agencias públicas y el futuro de la explotación espacial
La decisión sobre el CNES subraya la responsabilidad de las agencias públicas en la conservación del entorno, incluso en actividades consideradas estratégicas para la soberanía tecnológica de Europa. La Agencia Espacial Europea (ESA) y organismos similares han intensificado en los últimos años la evaluación de impacto ambiental previa a cualquier proyecto de infraestructura espacial, conscientes de que la sostenibilidad se ha convertido en un factor determinante para la aceptación social y política de estas iniciativas.
Mientras tanto, la exploración planetaria y la búsqueda de exoplanetas por parte de misiones como TESS (NASA) y CHEOPS (ESA) continúan sin descanso, ampliando nuestro conocimiento sobre el universo y generando nuevos retos para la tecnología espacial. Sin embargo, el caso de la base Diamant recuerda que el futuro de la exploración y explotación espacial no puede desligarse del respeto a la biodiversidad y los ecosistemas terrestres.
En definitiva, el dictamen contra el CNES marca un hito en la relación entre el desarrollo espacial y la protección ambiental, y se espera que siente las bases para una normativa más estricta en futuras ampliaciones de infraestructuras, tanto públicas como privadas, en Europa y más allá. El equilibrio entre innovación, competitividad y sostenibilidad será clave para el éxito de la nueva era espacial.
(Fuente: European Spaceflight)
