Geespace capta 281 millones de dólares para impulsar su constelación IoT y nuevo cuartel general

La industria espacial global continúa expandiéndose más allá de los tradicionales actores estatales y privados occidentales. El último movimiento destacado proviene de China, donde Geespace, filial espacial del gigante automovilístico Geely, ha asegurado una inversión de 281 millones de dólares (unos 260 millones de euros al cambio actual) para acelerar el despliegue de su ambiciosa constelación de satélites de Internet de las Cosas (IoT) y construir su nueva sede global.
Este hito financiero marca un paso crucial en la estrategia del conglomerado chino por posicionarse como referente en el sector de las telecomunicaciones satelitales, un mercado cada vez más congestionado y competitivo. La operación, liderada por varios inversores industriales y fondos de capital riesgo, permitirá a Geespace reforzar su presencia en la llamada Nueva Economía Espacial, dominada hasta ahora por empresas como SpaceX, OneWeb o Amazon con sus respectivos proyectos de megaconstelaciones.
Geespace nació en 2018 como la rama espacial de Geely, uno de los mayores fabricantes de automóviles de China y propietario, entre otras marcas, de Volvo y Lotus. Desde sus orígenes, la compañía ha apostado por la integración de servicios de conectividad avanzada en sus vehículos, conscientes de que la movilidad del futuro estará ligada a la infraestructura digital global. Con el desarrollo de la constelación Geesatcom, la empresa pretende ofrecer cobertura IoT en todo el planeta, facilitando la comunicación máquina a máquina para sectores estratégicos como la automoción, la logística, la agricultura inteligente y la monitorización ambiental.
La constelación Geesatcom está concebida como una red de más de 240 satélites en órbitas bajas (LEO), diseñados para proporcionar conectividad de banda estrecha y baja latencia. Este enfoque permite la transmisión eficiente de pequeños paquetes de datos, esenciales en aplicaciones IoT donde el volumen de información es reducido pero la necesidad de comunicación instantánea es crítica. El objetivo es competir con proyectos como la red Swarm de SpaceX, que también se centra en soluciones IoT mediante pequeños satélites de bajo coste.
Geespace ya ha dado pasos significativos en la materialización de su visión. En junio de 2022, lanzó los primeros nueve satélites de la constelación desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, utilizando un cohete Lijian-1. Estos primeros elementos han permitido validar la arquitectura de red y sentar las bases para futuras ampliaciones. La inversión recientemente anunciada acelerará la producción en masa de satélites y el despliegue de nuevas unidades, con el objetivo de alcanzar la operatividad global en los próximos años.
Paralelamente, parte de los fondos se destinarán a la construcción de la nueva sede central de Geespace, que funcionará como centro neurálgico de operaciones, desarrollo tecnológico y gestión de la constelación. Este campus, cuya ubicación aún no ha sido confirmada, albergará laboratorios de I+D, salas de control y una planta de ensamblaje de satélites, consolidando a la empresa como uno de los polos de innovación espacial más importantes de Asia.
El movimiento de Geespace se inscribe en una tendencia global hacia la proliferación de redes satelitales privadas, que buscan cubrir nichos de mercado específicos frente a las grandes propuestas de internet satelital de compañías como SpaceX (con su constelación Starlink) o Amazon (con el proyecto Kuiper). A diferencia de estas redes, orientadas al usuario final y a la provisión de banda ancha, las constelaciones IoT priorizan la conectividad de dispositivos industriales, vehículos y sensores, donde la fiabilidad y la cobertura son factores clave.
En el contexto internacional, la expansión de Geespace supone un desafío para empresas y agencias espaciales occidentales. La NASA, aunque centrada en la exploración científica y el retorno a la Luna con el programa Artemis, sigue de cerca el desarrollo de nuevas infraestructuras comerciales en órbita baja, conscientes de la importancia estratégica de las comunicaciones globales. Por su parte, SpaceX sigue liderando el sector privado con el despliegue masivo de satélites Starlink y proyectos asociados como Starshield, mientras que Blue Origin, Virgin Galactic y la española PLD Space continúan explorando sus propios nichos de negocio, desde el turismo suborbital hasta el lanzamiento de pequeños satélites.
El auge de actores como Geespace confirma la tendencia hacia la multipolaridad en la industria espacial, donde la competencia, la innovación y la colaboración internacional definirán el futuro del acceso a la información y los servicios desde el espacio. En los próximos años, la pugna por el dominio de las comunicaciones IoT desde órbita promete redefinir las reglas del juego tanto para empresas emergentes como para los gigantes consolidados del sector.
(Fuente: SpaceNews)

 
							 
							