GHGSat refuerza la vigilancia global del metano con dos nuevos satélites

La lucha contra el cambio climático vuelve a estar en el punto de mira del sector espacial con el reciente anuncio de GHGSat, la compañía canadiense especializada en la monitorización de gases de efecto invernadero desde el espacio. La firma con sede en Montreal ha confirmado la próxima ampliación de su constelación de satélites dedicados a la detección de metano, pasando de 12 a 14 unidades operativas. Este movimiento estratégico llega justo antes de la trascendental 30ª Conferencia de las Partes (COP30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que tendrá lugar en Brasil, subrayando la creciente importancia de la observación terrestre en la lucha contra el calentamiento global.
La necesidad de vigilar el metano: un reto global
El metano (CH4) es un gas de efecto invernadero con un potencial de calentamiento global mucho mayor que el dióxido de carbono, pese a su menor presencia en la atmósfera. Se estima que, a lo largo de un periodo de 20 años, el metano es hasta 80 veces más efectivo atrapando calor que el CO2. Por este motivo, la identificación y cuantificación de las emisiones de metano es un objetivo prioritario para gobiernos, industrias y organizaciones medioambientales de todo el mundo.
En este contexto, la tecnología satelital se ha convertido en una herramienta indispensable. Hasta hace pocos años, la monitorización de emisiones dependía casi exclusivamente de redes terrestres, mediciones in situ y cálculos indirectos. Sin embargo, gracias a la proliferación de constelaciones privadas y públicas de satélites, ahora es posible rastrear fugas y emisiones de metano a escala global y con alta resolución, permitiendo tomar medidas correctoras de manera mucho más eficaz.
GHGSat: pioneros en la detección de emisiones industriales
Fundada en 2011, GHGSat se ha posicionado como una de las empresas líderes en el sector de la observación ambiental desde el espacio. Su primer satélite, Claire (lanzado en 2016), demostró la viabilidad de la monitorización de metano a partir de sensores hiperespectrales compactos a bordo de pequeños satélites. Desde entonces, la compañía ha ido ampliando progresivamente su constelación, mejorando la resolución espacial y temporal de sus mediciones.
La tecnología empleada por GHGSat permite identificar fuentes de metano con una resolución de hasta 25 metros, lo que facilita la localización precisa de fugas en infraestructuras petrolíferas, instalaciones industriales y vertederos. Además, la compañía mantiene colaboraciones con agencias espaciales, instituciones científicas y clientes industriales de todo el mundo, proporcionando datos clave para la gestión y reducción de emisiones.
Ampliación de la constelación: nuevos horizontes para la vigilancia ambiental
Con la incorporación de dos nuevos satélites, GHGSat refuerza su posición en el emergente mercado de la observación de gases de efecto invernadero. Esta ampliación permitirá a la empresa mejorar la frecuencia de revisita de las zonas críticas y aumentar la capacidad de detección de emisiones en tiempo casi real. Además, supone un paso adelante en la integración de datos satelitales en las estrategias globales de mitigación del cambio climático, en línea con los compromisos internacionales suscritos en el Acuerdo de París.
El anuncio de GHGSat coincide con un periodo de gran dinamismo en la industria espacial, donde empresas como SpaceX y Blue Origin están revolucionando el acceso al espacio mediante lanzadores reutilizables, mientras que Virgin Galactic explora el turismo suborbital y la NASA intensifica la exploración planetaria y el monitoreo de la Tierra. Por su parte, compañías europeas como la española PLD Space también están avanzando en el desarrollo de lanzadores ligeros y soluciones para pequeños satélites, lo que augura un futuro prometedor para la democratización del acceso al espacio y la proliferación de misiones de observación ambiental.
Cooperación internacional y futuro del monitoreo de gases
La expansión de la constelación de GHGSat llega en un contexto en el que la cooperación internacional es más necesaria que nunca. Iniciativas como la red Copernicus de la Agencia Espacial Europea, la misión MethaneSAT impulsada por la ONG Environmental Defense Fund, y los datos abiertos de la NASA y otras agencias públicas contribuyen a crear una infraestructura global de vigilancia ambiental. La combinación de capacidades públicas y privadas permite afrontar de manera más efectiva los desafíos asociados al cambio climático y la gestión sostenible de los recursos.
De cara al futuro, se espera que la proliferación de satélites de observación de gases de efecto invernadero mejore no solo la precisión y cobertura de los datos, sino también la transparencia y la rendición de cuentas de las emisiones industriales. Esta tendencia será clave para alcanzar los objetivos de neutralidad climática y limitar el aumento de la temperatura global, tal como exigen los acuerdos internacionales.
En definitiva, la decisión de GHGSat de ampliar su constelación subraya el papel central que el sector espacial desempeñará en los próximos años en la lucha contra el cambio climático, combinando innovación tecnológica, cooperación internacional y compromiso ambiental.
(Fuente: SpaceNews)
