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La nave Cygnus de Northrop Grumman retrasa su acoplamiento con la Estación Espacial Internacional

La nave Cygnus de Northrop Grumman retrasa su acoplamiento con la Estación Espacial Internacional

La misión de reabastecimiento Cygnus, operada por Northrop Grumman, debía acoplarse este martes a la Estación Espacial Internacional (EEI) tras su lanzamiento el pasado domingo desde las instalaciones de la NASA en Virginia, Estados Unidos. Sin embargo, problemas técnicos han obligado a posponer el esperado encuentro orbital. La nave transporta más de 5.000 kilogramos de suministros y experimentos cruciales para la tripulación, cuya llegada se consideraba indispensable para el normal desarrollo de las operaciones a bordo del laboratorio espacial.

El vehículo Cygnus, denominado en esta ocasión NG-20 y bautizado “S.S. Patricia Hilliard Robertson” en honor a una astronauta estadounidense, fue lanzado mediante un cohete Falcon 9 de SpaceX, lo que marca una colaboración inédita entre ambas empresas. Tradicionalmente, Northrop Grumman realizaba sus lanzamientos con el cohete Antares, pero la retirada de la versión 230+ y los problemas de suministro derivados de la guerra en Ucrania han impulsado la transición al lanzador de la empresa de Elon Musk.

El cohete Falcon 9 despegó con éxito desde la plataforma SLC-40 de Cabo Cañaveral a las 18:07 UTC del domingo. Tras alcanzar la órbita baja terrestre, Cygnus inició su habitual persecución de la EEI, una maniobra que suele durar unas 48 horas. En este tiempo, la nave realiza varias maniobras de ajuste orbital para igualar la velocidad y altitud de la estación, ubicada a unos 400 kilómetros sobre la superficie terrestre y desplazándose a 28.000 km/h.

Sin embargo, la NASA informó el lunes por la noche que la nave no podrá realizar su acoplamiento en la fecha prevista debido a “motivos técnicos” no especificados, lo que ha generado cierta incertidumbre sobre la naturaleza del problema. La agencia espacial estadounidense y Northrop Grumman están evaluando los sistemas de la nave para garantizar un encuentro seguro y sin riesgos para la tripulación ni la estación. Por el momento, no se ha comunicado una nueva fecha para el acoplamiento.

Esta misión reviste especial importancia, no solo por el volumen de suministros, sino por la carga científica que transporta. Entre los experimentos a bordo se encuentran investigaciones sobre el comportamiento de materiales en microgravedad, estudios biológicos para comprender los efectos del espacio en el cuerpo humano y demostraciones tecnológicas que podrían allanar el camino para futuras misiones a la Luna y Marte. Además, Cygnus lleva repuestos y víveres esenciales para los siete astronautas que actualmente habitan la estación.

El retraso en el acoplamiento recuerda la complejidad asociada a las operaciones orbitales y la importancia de la redundancia y la colaboración internacional. La Estación Espacial Internacional, en funcionamiento desde 1998, depende de una cadena logística que involucra a múltiples agencias y empresas: NASA, Roscosmos, la Agencia Espacial Europea (ESA), la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA) se alternan el envío de cargueros, a los que en los últimos años se han sumado con fuerza empresas privadas como SpaceX y Northrop Grumman.

La transición de Northrop Grumman al uso de cohetes Falcon 9 subraya el avance del sector privado, que está transformando la logística y la economía espacial. SpaceX, con su cápsula Dragon, ha consolidado su posición como proveedor clave para la EEI, mientras que Blue Origin, la empresa de Jeff Bezos, ultima su propio sistema de transporte orbital y suborbital. En Europa, la española PLD Space prepara los primeros vuelos de su lanzador Miura 1, que podría situar a España en el reducido grupo de países con capacidad de acceso independiente al espacio.

La exploración espacial vive un momento de efervescencia. La NASA avanza con el programa Artemis, que prevé el regreso de astronautas a la Luna, y la Agencia Espacial Europea progresa en el desarrollo de Ariane 6, su nuevo lanzador pesado. Por su parte, Virgin Galactic ha retomado recientemente sus vuelos suborbitales tripulados, abriendo nuevas posibilidades para el turismo espacial y la investigación en microgravedad.

Mientras tanto, el estudio de exoplanetas sigue revolucionando nuestra comprensión del universo. El telescopio James Webb ha identificado atmósferas complejas en mundos situados a decenas de años luz, alimentando la búsqueda de vida más allá del sistema solar y abriendo la puerta a futuras misiones de exploración directa.

En este contexto, cada retraso o contratiempo técnico pone de manifiesto los desafíos que implica operar en el entorno espacial, así como la necesidad de seguir innovando y cooperando a nivel internacional. La misión Cygnus NG-20 volverá a intentar el acoplamiento en cuanto los ingenieros verifiquen la completa seguridad de la maniobra. Hasta entonces, la tripulación de la EEI y los equipos en tierra permanecen alerta, recordando que, en el espacio, la prudencia es siempre la mejor aliada.

(Fuente: SpacePolicyOnline.com)