Rocket Lab intensifica su colaboración con BlackSky con un nuevo lanzamiento orbital en 2025

La empresa aeroespacial neozelandesa-estadounidense Rocket Lab ha anunciado la que será su séptima misión del año con su cohete Electron, fijando el despegue para el 3 de junio de 2025 desde su emblemática base en la península de Mahia, Nueva Zelanda. La operación, prevista para las 11:57 a.m. hora local (23:57 UTC del 2 de junio), supondrá además el segundo lanzamiento que Rocket Lab realiza en 2025 en apoyo a BlackSky, un actor clave en el sector de observación terrestre mediante satélites de órbita baja.
BlackSky Global, con sede en Estados Unidos, se ha consolidado en los últimos años como una de las compañías líderes en la provisión de imágenes satelitales en tiempo casi real, con aplicaciones que van desde la monitorización medioambiental hasta la inteligencia geoespacial de uso comercial y gubernamental. Este nuevo lanzamiento reforzará la constelación de satélites de BlackSky, permitiéndole incrementar la frecuencia de revisita y la resolución de sus imágenes, un aspecto crucial en su lucha por consolidar su posición frente a competidores del calibre de Planet Labs o Maxar.
El cohete Electron, que debutó en 2017, ha transformado el mercado de lanzadores ligeros gracias a su alta cadencia de vuelos y a una fiabilidad creciente. Con una capacidad de carga útil de hasta 300 kilogramos a una órbita baja terrestre, su diseño está optimizado para misiones de pequeños satélites, satisfaciendo la creciente demanda de este segmento. Rocket Lab, gracias a su plataforma tecnológica y a su política de lanzamientos frecuentes, se ha erigido en el principal proveedor mundial de lanzamientos dedicados para cargas ligeras, compitiendo directamente con firmas estadounidenses como SpaceX, que con su programa Transporter de vuelos compartidos en Falcon 9 ofrece otra alternativa, aunque menos personalizada.
La estrategia de Rocket Lab contrasta con la de otros gigantes del sector. SpaceX, que mantiene el liderazgo en lanzamientos orbitales con su Falcon 9 y planea el despliegue masivo de Starlink, continúa empujando los límites de la reutilización de cohetes y la reducción de costes. Blue Origin, por su parte, sigue avanzando en el desarrollo del New Glenn, un cohete de gran capacidad que aspira a rivalizar con Falcon Heavy y que, tras varios retrasos, ha prometido su vuelo inaugural para finales de 2024 o principios de 2025. Mientras, la NASA sigue colaborando con empresas privadas para misiones a la Estación Espacial Internacional y prepara el esperado regreso a la Luna con el programa Artemis.
En el ámbito europeo, la española PLD Space ha logrado captar la atención internacional tras el exitoso vuelo de su lanzador suborbital Miura 1 y continúa el desarrollo del Miura 5, que se espera debute a finales de 2025. Este impulso sitúa a España en una posición emergente dentro del sector espacial europeo, tradicionalmente dominado por la Agencia Espacial Europea (ESA) y empresas como Arianespace.
Virgin Galactic, por su parte, sigue su senda en el sector del turismo suborbital, con vuelos tripulados periódicos que ofrecen a civiles y científicos la oportunidad de experimentar la microgravedad y observar la curvatura de la Tierra desde el límite del espacio. Aunque su modelo de negocio difiere considerablemente de las misiones orbitales, su éxito ha contribuido a democratizar el acceso al espacio y a mantener el interés mediático en la exploración espacial.
El próximo lanzamiento de Rocket Lab no solo contribuirá a reforzar la infraestructura orbital de BlackSky, sino que también pone de manifiesto la madurez del mercado de lanzadores ligeros y la consolidación de nuevas empresas dentro del panorama espacial internacional. Este dinamismo se traduce en una mayor competencia, innovación y acceso al espacio, tanto para operadores comerciales como para agencias estatales.
Con cada nueva misión, la industria espacial internacional se adentra en una era de mayor accesibilidad y eficiencia, en la que empresas como Rocket Lab, SpaceX, PLD Space y Virgin Galactic compiten y colaboran para definir el futuro de la exploración y explotación del espacio.
(Fuente: Spaceflight Now)

 
							 
							