Space Pioneer capta 350 millones de dólares en plena fiebre espacial china

El sector espacial privado chino sigue tomando impulso con el anuncio de una nueva y significativa inyección de capital destinada a la empresa Space Pioneer. La compañía ha cerrado una ronda de financiación de aproximadamente 350 millones de dólares, una cifra que consolida su posición como uno de los actores más prometedores del pujante sector aeroespacial comercial en China. Esta inversión tiene como objetivo principal acelerar el desarrollo del cohete Tianlong-3 y de futuras generaciones de lanzadores y motores, marcando una etapa crucial en la carrera por la innovación y la competitividad global en el espacio.
Space Pioneer, cuyo nombre oficial es Beijing Tianbing Technology Co., fue fundada en 2019. Desde sus inicios, la empresa se ha centrado en la investigación y fabricación de vehículos de lanzamiento reutilizables, siguiendo la estela marcada por SpaceX en Estados Unidos. El Tianlong-3, su proyecto estrella, pretende ser un cohete orbital de gran capacidad y con sistemas de recuperación, capaz de competir en el mercado internacional tanto en costes como en fiabilidad.
El Tianlong-3 ha sido comparado en varias ocasiones con el Falcon 9 de SpaceX, tanto por su diseño como por su objetivo de reutilización. El cohete está diseñado para transportar hasta 17 toneladas de carga útil a órbita terrestre baja (LEO) y hasta 14 toneladas a órbita de transferencia geoestacionaria (GTO), unas cifras que lo sitúan entre los lanzadores más potentes desarrollados hasta la fecha por empresas privadas chinas. Además, el Tianlong-3 incorpora motores de queroseno y oxígeno líquido de nueva generación, desarrollados íntegramente por Space Pioneer, que ofrecen una mejora significativa en rendimiento y eficiencia respecto a versiones anteriores.
El éxito de esta ronda de financiación llega en un momento de ebullición para el sector espacial chino. Durante los últimos años, el gobierno de Pekín ha relajado las restricciones y ha fomentado la inversión privada en el espacio, permitiendo la creación de numerosas startups y empresas de alta tecnología dedicadas al desarrollo de cohetes, satélites y sistemas asociados. Este movimiento estratégico busca situar a China a la vanguardia de la industria espacial internacional, en competencia directa con Estados Unidos y Europa.
En el contexto global, el avance de Space Pioneer y otras compañías chinas se produce en paralelo a los grandes hitos alcanzados recientemente por actores como SpaceX y Blue Origin en Estados Unidos. SpaceX, liderada por Elon Musk, ha revolucionado el sector con la reutilización de sus cohetes Falcon 9 y Falcon Heavy, así como con el desarrollo de la gigantesca nave Starship, llamada a protagonizar las futuras misiones lunares y marcianas de la NASA. Blue Origin, por su parte, continúa avanzando en la certificación de su cohete New Glenn, de gran capacidad, y en el desarrollo de módulos lunares para el programa Artemis.
En Europa, la empresa española PLD Space también ha realizado avances notables en los últimos meses, culminando con el exitoso lanzamiento del cohete Miura 1 y preparando el salto al Miura 5, que busca posicionarse en el segmento de lanzadores reutilizables para satélites pequeños y medianos. Virgin Galactic, centrada en el turismo suborbital, ha retomado sus vuelos comerciales y ha anunciado nuevas mejoras en sus sistemas de lanzamiento.
La apuesta china por la innovación no se limita a lanzadores. Otras empresas y organismos públicos del país están trabajando en el desarrollo de satélites de observación terrestre, estaciones espaciales —como la Tiangong— y misiones de exploración planetaria, incluyendo sondas lunares y marcianas. La colaboración y competencia entre el sector público y privado está generando un ecosistema vibrante, con inversiones que superan ya los miles de millones de dólares anuales.
El crecimiento del sector espacial chino plantea desafíos y oportunidades a la industria global. Por un lado, aumenta la presión competitiva sobre agencias y empresas occidentales, obligando a acelerar la innovación y la reducción de costes. Por otro, abre la puerta a colaboraciones internacionales y a un abaratamiento de los lanzamientos, lo que podría democratizar el acceso al espacio para universidades, startups y países emergentes.
La financiación obtenida por Space Pioneer se destinará no sólo a la construcción y prueba del Tianlong-3, sino también a la investigación de nuevas tecnologías de propulsión, materiales avanzados y sistemas de navegación. La compañía prevé realizar el primer vuelo de prueba de su cohete insignia en los próximos meses, un hito que podría situarla en el selecto grupo de empresas capaces de lanzar cargas pesadas a órbita con vehículos reutilizables.
En definitiva, la entrada masiva de capital en Space Pioneer refleja el dinamismo y la ambición de la nueva era espacial china, llamada a transformar profundamente el panorama global de lanzamientos comerciales y a marcar el ritmo de la innovación tecnológica en los próximos años.
(Fuente: SpaceNews)
