Viasat prepara el lanzamiento de su segundo satélite ViaSat-3 para revolucionar el internet global

El sector de las telecomunicaciones espaciales vive semanas de gran actividad con la llegada a Florida del segundo satélite de la ambiciosa constelación ViaSat-3, propiedad de la empresa estadounidense Viasat. La compañía, reconocida por su liderazgo en servicios de banda ancha global, ha confirmado que el nuevo satélite ya está en el estado norteamericano, donde se están ultimando los preparativos para su lanzamiento previsto para la segunda mitad de octubre. Este hito supone un paso crucial en la estrategia de Viasat, que busca consolidar su red de satélites geoestacionarios de altísima capacidad para ofrecer conectividad de banda ancha a escala planetaria.
El satélite, denominado ViaSat-3 F2, forma parte de una constelación de tres unidades idénticas diseñadas para operar en la órbita geoestacionaria, a unos 35.786 kilómetros sobre el ecuador. Cada uno de estos satélites es capaz de manejar un tráfico de datos superior al terabit por segundo, lo que representa un salto cualitativo respecto a generaciones anteriores de satélites de comunicaciones. El objetivo de Viasat es ofrecer servicios de internet de alta velocidad a regiones de América, Europa, África y Asia-Pacífico que hasta ahora no contaban con acceso fiable o asequible a conexiones de banda ancha.
El despliegue de ViaSat-3 F2 se produce tras el lanzamiento del primer satélite de la serie, realizado en 2023. Aquella misión, aunque exitosa en el despegue y la inserción orbital, sufrió problemas técnicos que limitaron el rendimiento esperado del satélite. Este contratiempo supuso un reto para Viasat, que ha trabajado intensamente para garantizar que el segundo satélite de la serie esté libre de anomalías y pueda cumplir con los exigentes requisitos de capacidad y cobertura global de la compañía. La expectación es máxima, ya que el éxito de ViaSat-3 F2 permitiría a la empresa recuperar el ritmo de despliegue previsto y avanzar hacia su objetivo de revolucionar el acceso a internet en todo el mundo.
La llegada de ViaSat-3 F2 a Florida marca el inicio de una fase crítica en la campaña de lanzamiento. El satélite será sometido a una batería de pruebas finales antes de ser integrado en el vehículo lanzador, cuyo modelo aún no ha trascendido oficialmente, aunque se especula con empresas como SpaceX como posibles proveedoras del servicio de lanzamiento. En los últimos años, SpaceX ha consolidado su liderazgo en el mercado de lanzamientos comerciales gracias a la fiabilidad de su cohete Falcon 9, utilizado tanto para misiones de órbita baja como para satélites geoestacionarios, y no sería sorprendente que Viasat confiara nuevamente en ellos.
El contexto internacional añade interés al lanzamiento de ViaSat-3 F2. El mercado global de satélites de comunicaciones está experimentando una transformación sin precedentes, impulsada por la carrera entre empresas privadas como SpaceX, con su megaconstelación Starlink, y Blue Origin, que también planea desplegar su propia red de satélites para acceso a internet. A este escenario se suman proyectos de agencias espaciales como la NASA, que exploran nuevas tecnologías para mejorar la conectividad espacial y la transferencia de datos entre la Tierra y futuras misiones lunares y marcianas.
En Europa, la española PLD Space ha logrado notoriedad al convertirse en la primera empresa privada del continente en lanzar un cohete suborbital, el Miura 1, abriendo nuevas oportunidades para el acceso al espacio desde el territorio europeo. Mientras tanto, la británica Virgin Galactic avanza en el sector del turismo espacial, ofreciendo vuelos suborbitales para civiles y científicos, y ampliando el abanico de aplicaciones comerciales del espacio.
El despliegue de la constelación ViaSat-3 es un ejemplo de la tendencia hacia la privatización y la diversificación de las actividades espaciales, un fenómeno que está democratizando el acceso a la infraestructura orbital y acelerando la innovación tecnológica. Los satélites de nueva generación, como los de Viasat, incorporan avances en propulsión eléctrica, eficiencia energética y capacidad de transmisión, lo que permite ofrecer servicios de conectividad de alta calidad en zonas rurales, marítimas y aéreas, tradicionalmente desatendidas por las redes terrestres convencionales.
A medida que crece la demanda de datos a nivel global, la competencia entre las grandes empresas del sector espacial promete beneficiar a millones de usuarios y facilitar el desarrollo económico y social en regiones remotas. El éxito del lanzamiento de ViaSat-3 F2 en octubre será un indicio clave del rumbo que tomará esta industria en la próxima década.
(Fuente: SpaceNews)

 
							 
							