SpaceX adapta la plataforma Pad 1 para pruebas tras la explosión de la Starship 36 en Massey’s

El pasado 18 de junio, SpaceX se enfrentó a un inesperado contratiempo en su centro de pruebas de Boca Chica, Texas, cuando el prototipo Ship 36 de su nave Starship sufrió una destructiva explosión —denominada en la jerga aeroespacial como un “RUD” (Rapid Unscheduled Disassembly)— durante una prueba en las instalaciones de Massey’s. Este incidente, lejos de frenar el ritmo frenético de desarrollo de la compañía, ha puesto de manifiesto la capacidad de SpaceX para adaptarse rápidamente ante imprevistos, reconfigurando la histórica plataforma Pad 1 de Starbase para continuar con las pruebas estáticas mientras se evalúan y reparan los daños sufridos en Massey’s.
Un percance inesperado en Massey’s
La Starship 36, uno de los prototipos más recientes de la etapa superior del sistema Starship, fue sometida a una serie de pruebas criogénicas y de presurización en las instalaciones conocidas como Massey’s Test Site. Estas pruebas son esenciales para garantizar la integridad estructural y la seguridad de las naves antes de su integración con el propulsor Super Heavy. Sin embargo, durante la evaluación, la nave experimentó una liberación energética descontrolada que destruyó el vehículo y causó daños considerables a la infraestructura de pruebas.
A pesar de que este tipo de fallos forman parte del enfoque iterativo de desarrollo de SpaceX —en el que se prioriza el aprendizaje rápido a partir de errores—, la pérdida de Massey’s como centro de pruebas supuso un desafío inmediato para el calendario de la compañía, que sigue bajo la atenta mirada de la FAA y del conjunto de la industria espacial global.
Pad 1: una plataforma histórica vuelve al centro de la acción
Ante la imposibilidad de emplear Massey’s durante las próximas semanas, SpaceX decidió reactivar y modificar la Pad 1, una de las plataformas originales de Starbase, para albergar las próximas pruebas estáticas de la etapa superior de Starship. La Pad 1 fue utilizada en los primeros lanzamientos experimentales suborbitales de prototipos como el SN5 y el SN6, así como para diversas pruebas de motores Raptor.
El proceso de readaptación no ha sido trivial. Entre las principales modificaciones destaca la actualización de los sistemas de sujeción (“hold-downs”) para acomodar la mayor altura y masa de los prototipos actuales, así como la integración de sistemas de protección mejorados frente a posibles deflagraciones, aprendiendo de incidentes previos como el de Massey’s. Además, se han reforzado los sistemas de instrumentación y telemetría para monitorizar en tiempo real parámetros críticos como presión, temperatura y vibraciones de los tanques y motores.
Un calendario que no se detiene
El traslado de las pruebas estáticas a la Pad 1 permitirá a SpaceX mantener su ambicioso ritmo de desarrollo, clave para cumplir con los contratos establecidos con la NASA —especialmente el programa Artemis, en el que la Starship desempeñará el papel de módulo de aterrizaje lunar— y con clientes privados como el programa lunar dearMoon.
Está previsto que el próximo prototipo, Ship 29, sea el primero en someterse a pruebas en la reconfigurada Pad 1. Las pruebas estáticas, que incluyen la ignición controlada y monitorizada de los motores Raptor, son un paso esencial antes de autorizar vuelos de prueba completos. Este proceso garantiza que los sistemas de propulsión, los tanques criogénicos y las estructuras de la nave responden de manera adecuada a las exigencias extremas del lanzamiento y el espacio.
Una industria en constante evolución
El enfoque de SpaceX contrasta con otros actores de la industria, como Blue Origin, que recientemente ha retomado los vuelos suborbitales con su New Shepard, o Virgin Galactic, que continúa con su transición hacia vuelos comerciales regulares con su nave Unity. Por su parte, la NASA avanza en el ensamblaje del SLS para Artemis II, mientras empresas emergentes europeas como PLD Space preparan sus primeros lanzamientos orbitales del cohete Miura 1 desde Huelva, marcando un hito para la industria aeroespacial española.
En el ámbito científico, los últimos descubrimientos de exoplanetas mediante el telescopio James Webb y la misión TESS mantienen viva la expectación sobre futuros destinos para la exploración tripulada e incluso la posibilidad de vida más allá del sistema solar.
El futuro de Starship y la importancia de la resiliencia
La rápida adaptación de SpaceX tras la pérdida de Massey’s demuestra la resiliencia y flexibilidad inherentes a su cultura empresarial, basada en la iteración constante y la gestión eficiente del riesgo. Si bien el camino hacia la reutilización plena de naves orbitales y el transporte interplanetario sigue presentando desafíos tecnológicos y regulatorios, la capacidad de respuesta ante los contratiempos será clave para determinar qué empresas y agencias liderarán la nueva era de la exploración espacial.
SpaceX, con su apuesta por la Starship, sigue marcando el ritmo de la industria, y cada prueba —exitosa o fallida— acerca un poco más la posibilidad de viajes regulares a la Luna, Marte y más allá.
(Fuente: NASASpaceflight)

 
							 
							