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SpaceX busca su aterrizaje número 460 de un propulsor en la misión Starlink 12-24

SpaceX busca su aterrizaje número 460 de un propulsor en la misión Starlink 12-24

SpaceX, la empresa de transporte espacial fundada por Elon Musk, sigue batiendo récords en el sector aeroespacial privado. En su última misión, denominada Starlink 12-24, la compañía se prepara para intentar el aterrizaje exitoso número 460 de uno de sus propulsores reutilizables. El despegue está programado desde la rampa 40 de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida, a las 15:05 hora peninsular española (13:05 UTC).

El Falcon 9, protagonista de la revolución de la reutilización

El cohete encargado de poner en órbita la nueva tanda de satélites es el Falcon 9, auténtico caballo de batalla de SpaceX. Desde su debut en 2010, el Falcon 9 ha evolucionado constantemente, y su versión actual, conocida como Block 5, incorpora mejoras estructurales y de sistemas que facilitan la reutilización. Gracias a su innovador diseño, la primera etapa del cohete puede regresar a la Tierra y aterrizar verticalmente, ya sea en una barcaza autónoma en el Atlántico –la famosa “Of Course I Still Love You”– o en una plataforma terrestre. Estas maniobras, que hace apenas una década parecían de ciencia ficción, son hoy rutinarias y han reducido drásticamente los costes de acceso al espacio.

Esta misión concreta busca marcar el aterrizaje exitoso número 460 de un propulsor de SpaceX, consolidando la supremacía de la empresa en la reutilización de lanzadores. La fiabilidad demostrada por la familia Falcon ha transformado el paradigma económico de la industria, permitiendo una cadencia de lanzamientos sin precedentes.

Starlink: la constelación que está cambiando el acceso a Internet

La carga útil de esta misión Starlink 12-24 son varios decenas de satélites que formarán parte de la megaconstelación Starlink, el ambicioso proyecto de SpaceX para ofrecer conexión a Internet de alta velocidad y baja latencia en cualquier rincón del planeta, particularmente en zonas rurales o poco conectadas. Con miles de satélites ya desplegados, Starlink es hoy una realidad comercial y tecnológica que ha comenzado a transformar el acceso global a la red.

Cada satélite Starlink, de aproximadamente 260 kilogramos, utiliza propulsores iónicos de kriptón para mantener su órbita y maniobrar, y está equipado con paneles solares de alta eficiencia. Gracias al uso de la banda Ku y Ka, y a la interconexión mediante enlaces láser en órbita, la constelación puede ofrecer cobertura incluso en alta mar o en vuelo.

La misión Starlink 12-24 es una más en una serie de lanzamientos casi semanales con los que SpaceX pretende mantener y ampliar su constelación, mientras otros actores como Amazon (con su Proyecto Kuiper) o la Unión Europea (con la futura IRIS²) tratan de no quedarse atrás en la carrera de las megaconstelaciones.

El contexto internacional: competencia y cooperación

Mientras SpaceX continúa su frenética actividad, el sector espacial vive un momento de efervescencia. Blue Origin, la empresa de Jeff Bezos, ultima los preparativos para los primeros vuelos orbitales de su cohete New Glenn, aunque ha sufrido varios retrasos técnicos. Por su parte, la NASA sigue adelante con el programa Artemis para el retorno a la Luna, y la nave Orion ha completado con éxito sus pruebas de integración para la futura misión Artemis II.

En Europa, la empresa española PLD Space ha logrado este año un hito histórico con el lanzamiento del MIURA 1, el primer cohete suborbital privado diseñado y fabricado íntegramente en España, abriendo la puerta a una nueva generación de lanzadores ligeros en el continente. Virgin Galactic, la compañía fundada por Richard Branson, continúa ofreciendo vuelos suborbitales para turistas espaciales, aunque el reto de la rentabilidad sigue siendo importante.

Por otra parte, la búsqueda de exoplanetas habitables sigue avanzando gracias a misiones como TESS y el telescopio James Webb, que han permitido caracterizar atmósferas y detectar nuevos mundos potencialmente habitables a decenas de años luz de la Tierra.

El futuro: más lanzamientos, nuevas fronteras

El ritmo de lanzamientos de SpaceX no muestra signos de desaceleración. Con la vista puesta en el desarrollo del colosal Starship –que aspira a ser el primer sistema completamente reutilizable capaz de llevar humanos a Marte– y el crecimiento de Starlink, la empresa de Elon Musk sigue liderando la nueva era espacial.

Mientras tanto, la competencia internacional se agudiza, y tanto empresas privadas como agencias estatales pugnan por hacerse un hueco en la órbita terrestre baja, la Luna y, en un futuro, Marte. El éxito repetido en la recuperación de propulsores y la expansión de las constelaciones de satélites marcarán sin duda el pulso de la industria en los próximos años.

En definitiva, el intento de SpaceX por lograr su aterrizaje número 460 no es solo una cifra: representa el avance imparable de la tecnología y la consolidación de la era comercial del espacio. La humanidad, más cerca que nunca de las estrellas.

(Fuente: Spaceflight Now)