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SpaceX prepara el lanzamiento Starlink 11-5, su 95ª misión para conectar el mundo

SpaceX prepara el lanzamiento Starlink 11-5, su 95ª misión para conectar el mundo

SpaceX continúa afianzando su liderazgo en la carrera espacial comercial con el lanzamiento previsto de la misión Starlink 11-5, la número 95 dedicada a su megaconstelación de satélites de internet en órbita baja. El despegue está programado para las 7:16 de la mañana (hora local) del 4 de enero de 2025, desde la plataforma 4E de la base espacial de Vandenberg, en California.

Este nuevo lanzamiento pone de relieve la ambiciosa estrategia de SpaceX para ofrecer conectividad global a través de su red Starlink, un proyecto que, desde su inicio en 2019, ha revolucionado la forma de entender el acceso a internet en zonas remotas y poco conectadas. En menos de seis años, la empresa dirigida por Elon Musk ha lanzado ya miles de satélites, superando los 6.000 artefactos en órbita y avanzando hacia el objetivo de cubrir cada rincón del planeta.

La misión Starlink 11-5 será también una muestra más de la reutilización de cohetes Falcon 9, una de las grandes innovaciones de SpaceX. El empleo de etapas recuperables ha permitido una drástica reducción de costes y un notable aumento en la cadencia de lanzamientos. Se espera que, tras poner en órbita otro lote de satélites Starlink, la primera etapa del Falcon 9 regrese a tierra firme o aterrice en una plataforma marítima autónoma, siguiendo el característico procedimiento de SpaceX.

Cada satélite Starlink pesa alrededor de 260 kg y está equipado con paneles solares desplegables y propulsores iónicos que utilizan kriptón, una alternativa más sostenible frente a los tradicionales motores químicos. Además, la última generación de estos satélites incorpora enlaces láser intersatélite, lo que permite que los datos se transmitan directamente entre satélites sin necesidad de estaciones terrestres intermedias. Esta tecnología mejora significativamente la latencia y la cobertura, especialmente sobre océanos y regiones polares.

La misión también representa un ejemplo de la creciente competencia en el sector espacial privado y la transformación de la órbita baja terrestre (LEO) en un entorno cada vez más poblado. SpaceX no está sola en la carrera por las constelaciones satelitales: Amazon, con su proyecto Kuiper, y OneWeb, apoyada por inversores europeos, compiten por el mismo mercado de telecomunicaciones globales. Sin embargo, ninguna otra empresa ha alcanzado el ritmo de lanzamientos y despliegue de infraestructura de SpaceX hasta la fecha.

Mientras tanto, otras compañías como Blue Origin, de Jeff Bezos, prosiguen el desarrollo de su cohete New Glenn, aunque aún no han realizado lanzamientos orbitales con cargas útiles comerciales. Por su parte, PLD Space, la joven empresa española, sigue avanzando en el desarrollo de su lanzador Miura 5 tras el éxito del suborbital Miura 1, aspirando a consolidarse como el primer proveedor europeo de lanzamientos privados de pequeño tamaño.

La NASA, por su parte, mantiene el foco en misiones de exploración científica y grandes proyectos como el programa Artemis, destinado a devolver astronautas a la Luna, mientras que la exploración de exoplanetas prosigue con telescopios como el James Webb. Recientemente, este observatorio ha identificado atmósferas en planetas fuera del Sistema Solar con indicios de moléculas orgánicas, abriendo nuevas vías en la búsqueda de vida más allá de la Tierra.

En el ámbito del turismo espacial, Virgin Galactic ha logrado completar varias misiones suborbitales tripuladas, aunque el sector aún se encuentra en una fase incipiente y orientada, principalmente, a vuelos de demostración y clientes adinerados. Sin embargo, estos avances sientan las bases para un acceso más democratizado al espacio en el futuro.

La misión Starlink 11-5 subraya cómo la industria espacial global está experimentando una aceleración sin precedentes, no sólo en la cantidad de lanzamientos, sino en la sofisticación tecnológica y la diversificación de actores, tanto públicos como privados. Esta dinámica augura una década fascinante, con Europa tratando de recuperar terreno y Asia consolidándose como un actor fundamental, mientras empresas estadounidenses como SpaceX marcan el ritmo de la nueva era espacial.

Con cada nueva misión, SpaceX no sólo acerca la conectividad global como nunca antes, sino que también redefine los límites de la industria aeroespacial, impulsando una competencia que beneficia tanto a la ciencia como a la sociedad. El lanzamiento Starlink 11-5 será un nuevo hito en este vertiginoso viaje hacia la era de la internet verdaderamente global.

(Fuente: Spaceflight Now)