Space39a

Noticias del espacio

Space39a

Noticias del espacio

ESA

ArianeGroup liderará el desarrollo del nuevo motor reutilizable francés ASTRE

ArianeGroup liderará el desarrollo del nuevo motor reutilizable francés ASTRE

En un momento clave para la industria aeroespacial europea, el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia (CNES) ha dado un paso decisivo hacia el futuro de los lanzadores reutilizables. El 17 de junio, la agencia gala anunció oficialmente el inicio del proyecto ASTRE (Advanced Staged-Combustion Technologies for Reusable Engines), seleccionando a ArianeGroup como líder de un consorcio industrial puntero en el continente. Este ambicioso programa, que busca situar a Europa a la vanguardia tecnológica de los motores de cohete reutilizables, contará también con la participación de SiriusSpace y la barcelonesa Pangea Aerospace.

ASTRE nace con el objetivo de desarrollar un motor criogénico de alto empuje basado en tecnologías de combustión escalonada, capaces de competir con los avances que SpaceX y Blue Origin han logrado en la última década. La reutilización de etapas ha revolucionado el sector espacial, permitiendo reducir costes y aumentar la cadencia de lanzamientos, una tendencia que Europa no puede permitirse ignorar si desea mantener su independencia y competitividad en el acceso al espacio.

ArianeGroup, el socio industrial de referencia en la familia Ariane y responsable del emblemático Ariane 5 y el reciente Ariane 6, asume ahora el reto de liderar una nueva generación de motores que, previsiblemente, estarán en el corazón de los futuros lanzadores europeos. El consorcio sumará las capacidades de SiriusSpace, especializada en sistemas avanzados de propulsión, y de la innovadora Pangea Aerospace, pionera en el desarrollo de cámaras de combustión de geometría aerospike y fabricación aditiva.

El motor que surja del proyecto ASTRE empleará una arquitectura de combustión escalonada, un ciclo termodinámico de alta eficiencia que permite reinyectar parte de los gases generados en la turbobomba al núcleo del motor, aprovechando mejor el combustible y aumentando la presión en la cámara de combustión. Esta tecnología, ya utilizada por motores de referencia como el ruso RD-180 y el estadounidense RS-25 (Space Shuttle y SLS), se considera un salto cualitativo respecto a los tradicionales ciclos de generador de gas empleados hasta ahora en Europa.

La apuesta por la reutilización es clara: el futuro motor ASTRE está concebido para soportar múltiples encendidos y aterrizajes controlados, siguiendo la estela marcada por el Raptor de SpaceX, el BE-4 de Blue Origin o el prometedor Archimedes de Relativity Space. El objetivo es desarrollar un propulsor capaz de ser integrado en lanzadores que puedan recuperar su primera etapa, bien mediante retropropulsión o sistemas de aterrizaje innovadores.

Desde el sector espacial europeo, el anuncio ha sido recibido con expectación. La presión de los nuevos actores privados y la consolidación de SpaceX como líder en lanzamientos comerciales han acelerado la necesidad de reaccionar. Frente a la hegemonía estadounidense, Europa busca ahora dotarse de herramientas propias para garantizar el acceso autónomo al espacio, tanto para misiones institucionales como para el mercado privado.

Históricamente, la industria europea ha destacado en la fiabilidad de sus lanzadores, pero la reutilización abre un nuevo paradigma en el que la eficiencia económica y la flexibilidad son clave. Programas como el Miura 5 de la española PLD Space, aunque en una categoría inferior, y los desarrollos de Rocket Factory Augsburg o Isar Aerospace en Alemania, atestiguan el auge de nuevas iniciativas en el continente.

Las implicaciones del proyecto ASTRE son notables: no solo impulsará el tejido industrial europeo, sino que también permitirá a la Agencia Espacial Europea (ESA) y a sus socios competir en igualdad de condiciones con los grandes actores internacionales. Además, el desarrollo de tecnologías como la combustión escalonada y la fabricación aditiva posicionará a Europa en la frontera de la innovación en propulsión espacial.

En paralelo, en Estados Unidos, SpaceX continúa perfeccionando el Raptor para Starship, mientras Blue Origin avanza con el BE-4 para el lanzador New Glenn. La NASA, por su parte, sigue confiando en motores derivados de los utilizados en el Shuttle para su cohete SLS, pero observa con atención la rápida evolución de la tecnología privada. Virgin Galactic y otras empresas emergentes también exploran nuevas formas de acceso al espacio suborbital y orbital, ampliando la competencia global.

Con la puesta en marcha del proyecto ASTRE, Francia y Europa se preparan para afrontar una nueva era en el transporte espacial, donde la reutilización y la eficiencia serán determinantes. ArianeGroup, junto a SiriusSpace y Pangea Aerospace, protagonizarán un capítulo clave en la historia de la propulsión europea, sentando las bases para los lanzadores del futuro y consolidando la soberanía tecnológica del continente en el espacio.

(Fuente: European Spaceflight)