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Curiosity se aproxima a una cresta marciana en busca de pistas sobre el pasado acuoso del planeta rojo

Curiosity se aproxima a una cresta marciana en busca de pistas sobre el pasado acuoso del planeta rojo

El rover Curiosity de la NASA, que lleva explorando la superficie marciana desde agosto de 2012, se encuentra ante una nueva oportunidad científica mientras avanza por el cráter Gale. En los últimos días, el equipo dirigido desde el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de California ha identificado una pequeña cresta prominente en el horizonte, un accidente geológico que promete revelar información crucial sobre la historia climática y mineralógica de Marte.

El interés por las crestas y otras estructuras elevadas no es casualidad: en la Tierra, estos accidentes suelen estar asociados a procesos geológicos dinámicos, como el flujo de agua o la actividad tectónica, que dejan huellas minerales distintivas. La exploración de estos relieves permite a los científicos reconstruir el pasado ambiental del planeta rojo y entender mejor si Marte fue alguna vez habitable.

Crestas y rocas: ventanas al Marte antiguo

El cráter Gale, lugar de operaciones de Curiosity, tiene un diámetro de 154 kilómetros y alberga el monte Sharp (Aeolis Mons), una montaña de cinco kilómetros de altura formada por capas sedimentarias superpuestas. Estas capas son el registro más fiel de la evolución ambiental del planeta en los últimos miles de millones de años.

Las crestas, como la que Curiosity acaba de avistar, suelen estar compuestas por materiales más resistentes a la erosión, lo que sugiere que podrían representar antiguos lechos fluviales o zonas cementadas por minerales precipitados en presencia de agua. El equipo científico, liderado en esta ocasión por la profesora Susanne P. Schwenzer, especialista en mineralogía planetaria, se propone analizar de cerca la composición de la cresta mediante el uso de los instrumentos científicos del rover.

Entre ellos destaca el ChemCam, una combinación de cámara y espectrómetro láser capaz de analizar la composición elemental de las rocas a distancia, y el instrumento SAM (Sample Analysis at Mars), que puede detectar compuestos orgánicos y gases atrapados en muestras de suelo. Además, la cámara MAHLI permitirá examinar la textura de las rocas a escala microscópica.

Un largo camino de descubrimientos

Desde su llegada a Marte, Curiosity ha recorrido más de 30 kilómetros, atravesando terrenos de distinta composición y antigüedad. Sus hallazgos, entre los que figuran evidencias claras de antiguos lagos, minerales arcillosos y fluctuaciones en el ambiente marciano, han revolucionado nuestra comprensión de Marte como un mundo dinámico y complejo.

El hallazgo de crestas como la actual es especialmente relevante porque puede ayudar a precisar cómo y cuándo desapareció el agua líquida de la superficie marciana. Si se detectan minerales como la jarosita o la hematita, asociados a ambientes húmedos, podría confirmarse la hipótesis de que el cráter Gale conservó agua superficial durante millones de años más de lo que se pensaba.

Innovación y colaboración internacional

La exploración robótica de Marte es fruto de la colaboración de multitud de agencias, universidades y empresas privadas. La NASA lidera la misión Curiosity, pero en los últimos años el sector espacial privado ha ganado un peso creciente en la carrera por explorar el Sistema Solar.

SpaceX, la compañía fundada por Elon Musk, continúa desarrollando el sistema Starship con vistas a futuras misiones tripuladas a Marte. Mientras tanto, Blue Origin y Virgin Galactic, aunque centradas por ahora en el turismo suborbital y el lanzamiento de satélites, han manifestado su interés por participar en la exploración interplanetaria.

En Europa, la empresa española PLD Space se ha consolidado como pionera en el lanzamiento de cohetes reutilizables, mientras la Agencia Espacial Europea (ESA) trabaja con la NASA en la misión Mars Sample Return, cuyo objetivo será traer a la Tierra muestras de suelo marciano recogidas por el rover Perseverance.

Nuevos horizontes: exoplanetas y habitabilidad

El estudio de Marte no solo busca comprender el pasado de nuestro vecino planetario, sino que también sirve como trampolín para la exploración de exoplanetas. Las técnicas e instrumentos perfeccionados en Marte se están aplicando en telescopios espaciales, como el James Webb, para analizar atmósferas de planetas situados en otras estrellas y buscar señales de habitabilidad.

La próxima década promete avances decisivos: desde el retorno de muestras marcianas hasta el lanzamiento de nuevas misiones robóticas y, eventualmente, tripuladas. La pequeña cresta en el horizonte de Gale es solo un peldaño más en la escalera del conocimiento, pero cada roca y cada grano de polvo analizado por Curiosity nos acerca un poco más a responder la pregunta fundamental sobre la vida en el universo.

El trabajo conjunto de agencias públicas y empresas privadas está marcando una nueva era en la exploración espacial, donde la frontera entre ciencia y aventura se difumina en la búsqueda de nuestros orígenes y nuestro futuro más allá de la Tierra.

(Fuente: NASA)