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Megan McArthur, pionera del espacio y emblema de la NASA, se despide tras una carrera legendaria

Megan McArthur, pionera del espacio y emblema de la NASA, se despide tras una carrera legendaria

La astronauta estadounidense Megan McArthur ha anunciado su retirada de la NASA, poniendo fin a una trayectoria profesional que ha marcado un antes y un después en la exploración espacial. Con más de dos décadas de servicio, McArthur no solo ha sido testigo de la evolución de la tecnología aeroespacial, sino que también ha contribuido activamente a hitos históricos, tanto en misiones a bordo del transbordador espacial como en las nuevas generaciones de naves comerciales como la SpaceX Crew Dragon.

Un legado forjado entre transbordadores y cápsulas comerciales

McArthur se incorporó a la NASA en el año 2000, en un momento en que la agencia espacial estadounidense comenzaba a vislumbrar el futuro más allá del emblemático transbordador espacial. En 2009, la ingeniera y oceanógrafa californiana participó en la misión STS-125 del Atlantis, la última operación de servicio al Telescopio Espacial Hubble. Durante esta histórica expedición, McArthur operó el brazo robótico Canadarm para “capturar” el telescopio y facilitar así las complejas labores de reparación y mejora que extendieron la vida útil de este observatorio orbital, considerado uno de los instrumentos científicos más importantes de la historia.

Su papel en la misión no fue menor: fue la última persona que manipuló físicamente el Hubble desde una nave espacial, un gesto simbólico que cierra una etapa dorada de la exploración espacial tripulada, en la que el transbordador era protagonista indiscutible.

La era de SpaceX y el liderazgo femenino

Sin embargo, el curriculum de McArthur no se limita a las gestas del pasado. En 2021, la astronauta volvió a hacer historia al convertirse en la primera mujer que piloteó una nave Crew Dragon de SpaceX. La misión Crew-2, desarrollada en el marco del programa comercial de tripulación de la NASA, supuso un hito tecnológico y social: por primera vez, una empresa privada estadounidense transportaba a astronautas de la NASA hacia la Estación Espacial Internacional (ISS) en una nave de diseño y fabricación propia.

En la Crew Dragon Endeavour, McArthur ejerció de piloto y segunda al mando, coordinando maniobras críticas durante el lanzamiento, el acoplamiento autónomo a la ISS y el regreso a la Tierra. En total, acumuló 199 días en el espacio durante esta misión, sumados a las dos semanas de la STS-125, para un total de 213 días fuera de nuestro planeta. Su experiencia y liderazgo han sido fundamentales en la transición de la NASA hacia la colaboración público-privada que caracteriza la nueva era espacial.

Un referente para las nuevas generaciones

A lo largo de su carrera, Megan McArthur ha inspirado a innumerables jóvenes, especialmente a mujeres interesadas en la ciencia y la tecnología, en un sector históricamente dominado por hombres. Su participación en misiones clave y su capacidad para adaptarse a los cambios tecnológicos —desde el transbordador hasta las cápsulas comerciales— la convierten en una figura de referencia para las futuras generaciones de astronautas.

Además, McArthur ha puesto de manifiesto la importancia de la cooperación internacional y la transferencia de conocimiento entre agencias y empresas privadas. Su trabajo en el Hubble y la ISS ha sido ejemplo de colaboración multinacional, en línea con la tendencia actual de programas conjuntos, como el Artemis, que busca devolver a la humanidad a la Luna con la participación de socios de todo el mundo, incluidas empresas como SpaceX y Blue Origin.

El futuro de la exploración espacial tras McArthur

La retirada de Megan McArthur coincide con un momento de efervescencia en la industria espacial. Empresas como SpaceX continúan batiendo récords de lanzamientos y desarrollando tecnologías revolucionarias, como la nave Starship, llamada a ser clave en las futuras misiones a la Luna y Marte. Blue Origin, por su parte, avanza en su programa de vuelos suborbitales y orbitales, mientras que Virgin Galactic sigue explorando el turismo espacial.

En Europa, la española PLD Space ha realizado recientemente el exitoso vuelo de su cohete Miura 1, abriendo la puerta a la participación peninsular en el mercado global de lanzadores. Al mismo tiempo, la NASA y otras agencias exploran exoplanetas con misiones cada vez más sofisticadas, consolidando el papel de la ciencia y la tecnología en la expansión del conocimiento humano más allá de nuestro sistema solar.

El adiós de McArthur, aunque supone el cierre de una etapa, deja un legado imborrable y una inspiración permanente para quienes sueñan con cruzar la frontera final. La historia de la exploración espacial continúa, impulsada por el trabajo de pioneros como ella y por la colaboración entre agencias públicas y empresas privadas que define la nueva era del cosmos.

(Fuente: NASA)