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El Falcon 9 de SpaceX listo para su 160º aterrizaje en la emblemática barcaza OCISLY

El Falcon 9 de SpaceX listo para su 160º aterrizaje en la emblemática barcaza OCISLY

SpaceX se prepara para alcanzar un nuevo hito en la reutilización de cohetes con el lanzamiento programado de uno de sus Falcon 9 desde la plataforma 4E de la Base Espacial de Vandenberg, en California. El despegue está previsto para las 7:20 de la mañana, hora local (16:20 en la península), y marcará el intento número 160 de recuperar un propulsor en la famosa barcaza autónoma “Of Course I Still Love You” (OCISLY), un icono de la era de los lanzamientos reutilizables.

La misión, que continúa con la imparable cadencia de lanzamientos de la empresa fundada por Elon Musk, pone de manifiesto el dominio técnico alcanzado por SpaceX en la recuperación y reutilización de la primera etapa de sus cohetes. Desde que en 2016 lograran el primer aterrizaje exitoso en una barcaza en alta mar, la compañía no ha dejado de perfeccionar el proceso y ya ha convertido en rutina lo que hace pocos años parecía ciencia ficción. La OCISLY, que actualmente opera en la costa oeste estadounidense tras sus primeras misiones en la costa de Florida, se ha convertido en símbolo del ingenio y la perseverancia en la industria aeroespacial.

El Falcon 9, con su característica silueta de nueve motores Merlin 1D en la primera etapa, es hoy el caballo de batalla del sector de lanzamientos comerciales. Su capacidad de recuperación le ha permitido abaratar costes y multiplicar la frecuencia de misiones. De hecho, en lo que va de año, SpaceX ha superado ya la treintena de lanzamientos, muchos de ellos destinados a poner en órbita nuevos lotes de satélites Starlink, su ambicioso proyecto de internet global. El lanzamiento de hoy forma parte de esa constelación, reafirmando la apuesta de la empresa por el acceso frecuente y económico al espacio.

El aterrizaje en una barcaza como la OCISLY requiere precisión milimétrica. Tras separarse de la segunda etapa y de la carga útil, el propulsor realiza una compleja maniobra de reentrada atmosférica, frenando de forma controlada mediante encendidos sucesivos de motores, y desplegando las aletas de rejilla para estabilizarse durante la caída. Finalmente, justo antes de tocar la cubierta flotante, los motores vuelven a encenderse para un aterrizaje suave. Todo el proceso, coordinado por inteligencia artificial y un equipo de ingenieros en tierra, demuestra el avanzado nivel tecnológico alcanzado por SpaceX.

El récord de reutilización de una misma primera etapa también pertenece a SpaceX: algunos propulsores han volado más de 15 veces, acortando los plazos de revisión y relanzamiento. Estas cifras superan ampliamente los ciclos de vida previstos inicialmente, lo que está redefiniendo los estándares del sector. La competencia, liderada por empresas como Blue Origin con su New Shepard y próximamente el New Glenn, intenta seguir el ritmo, aunque de momento ninguna ha igualado la frecuencia ni la fiabilidad de los Falcon 9.

Mientras tanto, la NASA sigue avanzando en sus propios programas, como el Artemis para el regreso a la Luna, donde la colaboración con firmas privadas es cada vez más estrecha. La agencia espacial estadounidense ha otorgado contratos clave a SpaceX para desarrollar la versión lunar de su nave Starship, que será fundamental para las próximas misiones tripuladas a la superficie lunar. En paralelo, la exploración de exoplanetas vive una edad dorada, gracias a telescopios como el James Webb y misiones europeas como ARIEL, previstas para finales de la década.

En el ámbito nacional, España también está experimentando un auge con compañías como PLD Space, que recientemente realizó con éxito el vuelo de su cohete Miura 1. Esta empresa alicantina trabaja ya en el desarrollo del Miura 5, un lanzador orbital que aspira a situar a España en el reducido club de países con capacidad autónoma de acceso al espacio. A nivel europeo, la reciente aprobación de fondos para el Ariane 6 y la revitalización del programa Vega subrayan la importancia estratégica de contar con lanzadores propios en un contexto global cada vez más competitivo.

Virgin Galactic, por su parte, continúa con su oferta de vuelos suborbitales turísticos, aunque la viabilidad a largo plazo del modelo de negocio aún está por demostrar, especialmente tras los recientes ajustes en su plantilla y calendario de lanzamientos. La democratización del acceso al espacio sigue siendo una meta ambiciosa, pero la realidad es que la reutilización de cohetes y la reducción de costes están acercando ese objetivo.

En definitiva, el lanzamiento de hoy desde Vandenberg no solo supone otro paso adelante en la rutina de lanzamientos de SpaceX, sino que representa un avance crucial en la consolidación de la tecnología de cohetes reutilizables, que está revolucionando la forma en que la humanidad accede y explora el espacio. Cada aterrizaje exitoso en la OCISLY es un testimonio de la evolución de la ingeniería aeroespacial y de la nueva era que protagonizan tanto las agencias públicas como los actores privados.

(Fuente: Spaceflight Now)