El frenético noviembre espacial comienza: SpaceX lidera la avalancha de lanzamientos de satélites de internet

Noviembre arranca con una actividad inusitada en el sector espacial internacional, protagonizada por un despliegue masivo de lanzamientos destinados a ampliar constelaciones de satélites de comunicaciones. SpaceX, la compañía fundada por Elon Musk, da el pistoletazo de salida a una serie de al menos ocho misiones programadas para este mes, todas ellas enfocadas en reforzar redes de banda ancha global. El primer lanzamiento está previsto desde la plataforma 40 de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral a las 18:48 EST (23:48 UTC), marcando el inicio de un periodo de intensa actividad orbital.
SpaceX, referente de la industria espacial privada, utilizará de nuevo su fiable cohete Falcon 9 para poner en órbita un nuevo lote de satélites Starlink, el ambicioso proyecto de internet global de la empresa. Desde su primer vuelo en 2010, el Falcon 9 se ha convertido en el caballo de batalla de la compañía, conocido por su capacidad de reutilización y su eficiencia en costes. En este lanzamiento, como es habitual, se espera la recuperación de la primera etapa en una de las plataformas marítimas automatizadas de SpaceX, reafirmando su liderazgo en la reutilización de lanzadores.
El objetivo de estas misiones es incrementar la cobertura y la capacidad de la constelación Starlink, que ya cuenta con más de 5.000 satélites activos en órbita baja terrestre. Este sistema, que comenzó a desplegarse en 2019, ha supuesto una revolución en el acceso a internet en zonas remotas y rurales, donde las infraestructuras tradicionales resultan inviables. Cada lanzamiento añade entre 22 y 60 nuevos satélites, consolidando a Starlink como la mayor red de satélites de comunicaciones del mundo.
El mes de noviembre no será exclusivo de SpaceX. La competencia en el sector de las telecomunicaciones espaciales se intensifica con la entrada en escena de otros actores relevantes. Blue Origin, la compañía de Jeff Bezos, prepara también nuevos lanzamientos, aunque su principal foco sigue siendo el desarrollo del cohete New Glenn y los vuelos suborbitales del New Shepard. La empresa ha anunciado recientemente avances significativos en los motores BE-4, que equiparán tanto a su propio lanzador como al Vulcan Centaur de United Launch Alliance (ULA), lo que podría traducirse pronto en nuevas misiones comerciales.
Por su parte, la NASA continúa con su agenda de misiones científicas y robóticas, sin perder de vista la colaboración con empresas privadas para el transporte de suministros y experimentos a la Estación Espacial Internacional (EEI). Además, la agencia estadounidense mantiene su apoyo a proyectos de exploración de exoplanetas, como la misión TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) y el telescopio espacial James Webb, que ya ha empezado a desvelar detalles sin precedentes sobre atmósferas de planetas fuera del sistema solar.
En el panorama europeo, destaca la actividad de la empresa española PLD Space, que recientemente ha logrado el primer lanzamiento exitoso de su cohete Miura 1 desde Huelva. Este hito posiciona a España en el reducido grupo de países capaces de acceder al espacio con tecnología propia. PLD Space se prepara ahora para el desarrollo del Miura 5, un lanzador orbital que podría realizar su primer vuelo en los próximos años, abriendo la puerta a una nueva era para la industria espacial ibérica.
Virgin Galactic, la firma de turismo espacial fundada por Richard Branson, también mantiene el pulso con vuelos regulares de su nave suborbital VSS Unity. Aunque centrada en el turismo, la empresa explora la posibilidad de diversificar su oferta, incluyendo lanzamientos de pequeños satélites y experimentos científicos en microgravedad.
El auge de las constelaciones de satélites de internet plantea, no obstante, importantes retos técnicos y regulatorios. El creciente número de objetos en órbita baja incrementa el riesgo de colisiones y la generación de basura espacial, lo que obliga a las agencias y empresas a implementar sistemas de seguimiento y maniobras de evasión cada vez más sofisticados. Asimismo, la competencia por el espectro radioeléctrico y la gestión de licencias internacionales se han convertido en puntos clave de la agenda global.
En este contexto, la colaboración entre agencias espaciales públicas y empresas privadas resulta más crucial que nunca. La convergencia de intereses científicos, comerciales y estratégicos está dando lugar a un ecosistema en el que la innovación tecnológica y la cooperación internacional serán determinantes para el futuro del acceso y la utilización del espacio.
Con el primer lanzamiento de Starlink de noviembre, SpaceX inaugura un mes que promete ser histórico para el sector aeroespacial. La carrera por ofrecer conectividad global y explorar los confines del universo continúa, impulsada por una combinación de ambición empresarial, avances tecnológicos y la incesante curiosidad humana.
(Fuente: Spaceflight Now)
