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Cuenta atrás para Sentinel-6B: SpaceX y NASA listos para lanzar el satélite clave para el monitoreo oceánico

Cuenta atrás para Sentinel-6B: SpaceX y NASA listos para lanzar el satélite clave para el monitoreo oceánico

La NASA ultima los preparativos para el esperado lanzamiento del satélite Sentinel-6B, pieza central de una misión internacional que pretende revolucionar la observación de los océanos y el nivel del mar. El despegue está previsto para las 06:21 horas (hora peninsular española) del lunes 17 de noviembre, a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, desde la Base de la Fuerza Espacial de Vandenberg, en California. Este evento podrá seguirse en directo a través de los canales oficiales de la agencia estadounidense.

Sentinel-6B es el segundo satélite de la misión Jason Continuity of Service (Jason-CS), un ambicioso programa liderado por la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), en colaboración con la agencia meteorológica europea EUMETSAT y la agencia espacial francesa CNES. Su objetivo fundamental es proporcionar datos precisos y actualizados sobre la altura del nivel del mar, información esencial para el estudio del cambio climático, la protección de infraestructuras costeras y la mejora de la predicción meteorológica global.

Un legado de más de tres décadas de vigilancia oceánica

Esta misión es heredera directa de la familia de satélites TOPEX/Poseidon y Jason, que desde principios de los años 90 han permitido monitorizar la subida del nivel del mar con una precisión sin precedentes. Gracias a estos datos, científicos de todo el mundo han podido cuantificar el avance del calentamiento global y anticipar el impacto de los fenómenos extremos en las poblaciones costeras.

Sentinel-6B es gemelo del Sentinel-6 Michael Freilich, lanzado en noviembre de 2020, y juntos garantizarán la continuidad de esta valiosa serie de observaciones al menos hasta finales de esta década. Los dos satélites están equipados con altímetros de radar de última generación, capaces de medir la altura de la superficie oceánica con una precisión de apenas unos centímetros desde una órbita a más de 1.300 kilómetros de altura.

Tecnología punta al servicio de la ciencia y la sociedad

El satélite, de 1,2 toneladas de peso, incorpora el altímetro Poseidon-4, desarrollado por Thales Alenia Space, que envía pulsos de radar hacia la superficie del mar y mide el tiempo que tardan en regresar tras reflejarse en el agua. Combinando estos datos con mediciones precisas de posición vía GPS y otros sensores, Sentinel-6B puede cartografiar las variaciones del nivel del mar en todo el planeta cada diez días.

Además, el satélite lleva a bordo instrumentos para medir la temperatura y humedad de la atmósfera, lo que permitirá perfeccionar los modelos de predicción meteorológica y anticipar fenómenos como huracanes o tormentas intensas. Estos datos, puestos a disposición de la comunidad científica internacional en tiempo casi real, contribuirán también a mejorar la seguridad de las rutas marítimas y las operaciones comerciales en alta mar.

SpaceX, socio imprescindible en la nueva era espacial

El lanzamiento de Sentinel-6B supone un nuevo hito para SpaceX, la compañía fundada por Elon Musk, que se ha consolidado como socio de referencia para la NASA y otras agencias internacionales. El Falcon 9, con un historial de decenas de misiones exitosas, destaca por su capacidad de reutilización: en esta ocasión, la primera etapa del cohete intentará regresar a la Tierra y aterrizar en una plataforma en el océano Pacífico, continuando así la apuesta por la reducción de costes y el acceso sostenible al espacio.

Este lanzamiento se suma a una agenda espacial cada vez más intensa, donde empresas privadas como SpaceX, Blue Origin o Virgin Galactic compiten e innovan en campos que van desde el turismo espacial hasta la exploración de exoplanetas. Mientras tanto, Europa avanza con sus propios proyectos, como el Ariane 6, y España consolida su presencia a través de iniciativas como PLD Space, que recientemente ha logrado hitos significativos con el lanzamiento de sus microcohetes Miura.

El futuro de la observación terrestre y el reto del cambio climático

La misión Sentinel-6B es un ejemplo paradigmático de la colaboración internacional en el ámbito espacial, donde agencias públicas y empresas privadas suman esfuerzos para abordar problemas globales como la crisis climática. La información recogida por este satélite será crucial para planificar la adaptación de las ciudades costeras, gestionar recursos hídricos y energéticos, y anticipar los desafíos derivados de un planeta en constante transformación.

Con Sentinel-6B, la comunidad científica contará con herramientas aún más potentes para vigilar la salud de los océanos, comprender la dinámica de la atmósfera y proteger a millones de personas frente a los riesgos asociados al aumento del nivel del mar. El lanzamiento que protagonizarán la NASA y SpaceX marca un paso más en la carrera por el conocimiento y la sostenibilidad del planeta.

La cuenta atrás está en marcha y los ojos del mundo se dirigirán, una vez más, hacia el cielo californiano para presenciar el inicio de una nueva etapa en la exploración y vigilancia terrestre. (Fuente: NASA)