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Una cámara de la Estación Espacial Internacional capta el impresionante flujo del río Bassac en Vietnam

Una cámara de la Estación Espacial Internacional capta el impresionante flujo del río Bassac en Vietnam

El 2 de octubre de 2025, una de las cámaras de alta resolución instaladas en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) captó una imagen impactante del delta del río Bassac, en la región de Cù Lao Dung, al sur de Vietnam. Esta captura no solo ofrece una perspectiva única del paisaje terrestre desde la órbita, sino que también pone de manifiesto el papel crucial de la observación satelital en el estudio de los ecosistemas fluviales y sus implicaciones medioambientales.

El río Bassac, conocido localmente como Hậu Giang, es uno de los dos grandes ramales en los que se divide el legendario río Mekong al llegar a su desembocadura. El Bassac rodea el distrito insular de Cù Lao Dung antes de vaciar sus aguas en el mar de la China Meridional. Desde la perspectiva de la ISS, el serpenteante cauce y la coloración marrón intensa de sus aguas destacan como rasgos principales de la imagen.

La tonalidad terrosa en la desembocadura del río es consecuencia de la enorme cantidad de limo, arcilla y sedimentos arrastrados desde el interior del continente. Durante miles de años, estos materiales han fertilizado las fértiles llanuras del delta, haciendo de esta región uno de los epicentros agrícolas y pesqueros del sudeste asiático. Sin embargo, en las últimas décadas, la actividad humana, el cambio climático y la construcción de presas aguas arriba han alterado el equilibrio natural de sedimentos, generando preocupación sobre la sostenibilidad futura del ecosistema y la seguridad alimentaria de millones de personas.

La aportación de sedimentos es fundamental para la regeneración de tierras agrícolas y la defensa natural contra la intrusión salina del mar, sobre todo en un contexto de aumento del nivel del mar. Las imágenes tomadas desde la ISS permiten a los científicos monitorear estos procesos en tiempo real, facilitando la detección de cambios en la dinámica fluvial o en la extensión de los bancos de sedimentos.

Observación terrestre desde el espacio: una herramienta clave

La observación de la Tierra desde el espacio no es una novedad, pero la combinación de tecnologías avanzadas y la colaboración internacional ha multiplicado las aplicaciones científicas y medioambientales en los últimos años. Programas como Copernicus de la Agencia Espacial Europea (ESA), Landsat de la NASA y los esfuerzos de compañías privadas como SpaceX, Blue Origin y Virgin Galactic han democratizado el acceso a datos satelitales de alta resolución.

SpaceX, bajo el liderazgo de Elon Musk, ha revolucionado el lanzamiento y la operatividad de satélites de observación, gracias a su constelación Starlink y a su cohete Falcon 9, reutilizable y rentable. Esta infraestructura ha permitido abaratar los costes de acceso al espacio, facilitando el lanzamiento de misiones científicas dedicadas a la monitorización ambiental, la meteorología y el estudio de fenómenos climáticos globales.

Por su parte, la NASA continúa siendo pionera en la investigación espacial y terrestre. Además de sus misiones planetarias y programas de exploración tripulada, la agencia mantiene una flota de satélites en órbita baja y geoestacionaria que proporcionan datos cruciales para la gestión de recursos hídricos, la predicción de catástrofes naturales y el seguimiento de la deforestación o la contaminación lumínica.

Virgin Galactic y Blue Origin, aunque centradas en el turismo suborbital y la experimentación en microgravedad, también han mostrado interés en expandir sus actividades hacia la observación de la Tierra y la colaboración científica internacional.

PLD Space, la empresa española que se ha consolidado como un referente en el desarrollo de lanzadores reutilizables en Europa, ha anunciado recientemente su intención de colaborar con instituciones públicas y privadas para poner en órbita pequeños satélites dedicados a la vigilancia medioambiental y la teledetección.

El valor de la cooperación internacional

La imagen del Bassac captada por la ISS es un reflejo de la cooperación internacional en la exploración y el conocimiento de nuestro planeta. La estación, en la que participan organismos como la NASA, la ESA, Roscosmos, JAXA y la Agencia Espacial Canadiense, sirve de plataforma para experimentos científicos y observaciones que serían imposibles desde la superficie terrestre.

Además, el desarrollo de misiones conjuntas y la compartición de datos entre agencias públicas y empresas privadas están acelerando la detección de cambios ambientales a escala global, desde la erosión de los deltas hasta la búsqueda de exoplanetas en otros sistemas solares.

El futuro de la observación terrestre desde el espacio

La evolución tecnológica, impulsada tanto por la iniciativa pública como privada, augura una nueva era de vigilancia y protección de la Tierra desde el espacio. El análisis de imágenes como la del delta del Bassac no solo contribuye a la comprensión científica, sino que ofrece herramientas prácticas para la gestión sostenible de los recursos y la adaptación al cambio climático.

La colaboración internacional y la inversión en nuevas tecnologías permitirán que, en los próximos años, la monitorización ambiental desde el espacio sea más precisa, accesible y relevante que nunca, consolidando la órbita terrestre como punto privilegiado para entender y proteger nuestro mundo.

(Fuente: NASA)