Curiosity recorre 42 metros en Marte y prepara nuevas investigaciones geológicas

El rover Curiosity de la NASA, que explora la superficie marciana desde agosto de 2012, ha completado recientemente un recorrido de 42 metros tras un largo fin de semana de operaciones automatizadas. El equipo científico, liderado en esta ocasión por la geóloga planetaria Lucy Thompson de la Universidad de New Brunswick, ha retomado hoy la planificación de actividades, tras haber dejado a la sonda ocupada con una agenda de cuatro “soles” (días marcianos) de experimentos y desplazamientos.
Curiosity, que forma parte de la misión Mars Science Laboratory (MSL), se encuentra actualmente en las laderas del monte Sharp, en el cráter Gale. Su objetivo principal es analizar la composición de las rocas y los sedimentos, investigando la historia geológica y climática de Marte, así como la posible habitabilidad del planeta rojo en el pasado. El reciente desplazamiento de 42 metros supone un avance significativo en su ruta de exploración, permitiendo al rover acceder a nuevas formaciones rocosas de interés científico.
El trabajo de planificación de hoy se centra en diseñar un nuevo conjunto de experimentos y en seleccionar objetivos cercanos para los sofisticados instrumentos de Curiosity. Entre estos instrumentos destacan el ChemCam, que utiliza un láser para analizar la composición química de las rocas a distancia, y el instrumento de espectrometría APXS, que determina la presencia de elementos químicos en la superficie marciana. Además, el rover cuenta con una serie de cámaras, como la Mastcam, que documentan con detalle el paisaje y las características geológicas de la zona.
Este avance se suma a una trayectoria de más de 30 kilómetros recorridos por Curiosity desde su llegada a Marte. Durante estos años, el rover ha descubierto pruebas de antiguos cauces de agua y minerales arcillosos que sólo pueden formarse en presencia de agua líquida. Estos hallazgos han revolucionado nuestro conocimiento sobre el pasado marciano y han abierto nuevas líneas de investigación para futuras misiones.
Mientras la NASA continúa con el éxito de Curiosity y de su compañero Perseverance, otras agencias y empresas privadas también intensifican su actividad en la exploración espacial. SpaceX, la compañía estadounidense fundada por Elon Musk, avanza con el desarrollo del vehículo Starship, que pretende transportar carga y tripulación tanto a la Luna como a Marte en los próximos años. Los recientes ensayos de Starship han demostrado un rápido progreso en el diseño de cohetes totalmente reutilizables, una tecnología que podría abaratar considerablemente el coste de los viajes interplanetarios.
Por su parte, Blue Origin, la empresa de Jeff Bezos, está trabajando en el módulo lunar Blue Moon y en el cohete New Glenn, con vistas a consolidar su presencia en misiones lunares y de carga orbital. En Europa, la empresa española PLD Space ha logrado un hito relevante este año con el exitoso lanzamiento de su cohete suborbital Miura 1, posicionándose como pionera en el sector de lanzadores privados en el continente. PLD Space planea seguir avanzando con el desarrollo del Miura 5, un lanzador orbital que podría situar pequeñas cargas en órbita baja y abrir el mercado europeo a nuevas oportunidades comerciales.
Virgin Galactic, centrada en el turismo espacial suborbital, ha reanudado sus vuelos comerciales para pasajeros, acercando la experiencia del espacio a personas ajenas al sector profesional. Esta diversificación del acceso al espacio está transformando rápidamente el panorama aeroespacial, con una colaboración creciente entre agencias estatales y empresas privadas.
En el ámbito institucional, la NASA mantiene su apuesta por las misiones tripuladas con el programa Artemis, orientado a devolver astronautas a la superficie lunar en los próximos años y establecer una base sostenible en el satélite terrestre. La colaboración internacional y la participación del sector privado están siendo claves en esta nueva etapa de la exploración lunar.
Así, el reciente avance de Curiosity en Marte se enmarca en una época de gran dinamismo para la investigación espacial, marcada tanto por los logros de las agencias públicas como por la pujanza de las empresas privadas. Cada nuevo metro recorrido en el planeta rojo acerca a la humanidad a comprender mejor su historia y su potencial como destino de futuras misiones tripuladas.
(Fuente: NASA)

 
							 
							