Astronstone impulsa el desarrollo de un cohete reutilizable de acero inoxidable inspirado en Starship

Astronstone, una de las startups más recientes del pujante sector espacial comercial chino, ha conseguido una ronda de financiación inicial para avanzar en el desarrollo de un lanzador reutilizable de acero inoxidable, un proyecto que recuerda poderosamente al sistema Starship de SpaceX. Este movimiento consolida el interés de China por acelerar la transición hacia cohetes plenamente reutilizables, capaces de competir en prestaciones, economía y frecuencia de lanzamientos con los modelos estadounidenses más avanzados.
El cohete, aún en fase de diseño conceptual, tiene como característica principal la utilización de acero inoxidable en su estructura, una elección que SpaceX popularizó con el desarrollo de Starship. Frente a las tradicionales aleaciones de aluminio y titanio empleadas en la industria, el acero inoxidable aporta una mayor resistencia térmica y estructural, permitiendo soportar mejor las elevadísimas temperaturas y tensiones mecánicas durante la reentrada atmosférica y los repetidos lanzamientos. Además, facilita una fabricación más ágil y económica, factores clave para la reutilización frecuente.
Pero si el material ya sugiere paralelismos con la nave de Elon Musk, el sistema de recuperación propuesto por Astronstone va un paso más allá en la imitación tecnológica. La compañía planea emplear una estructura de “palillos” o “chopsticks” mecánicos —inspirados directamente en la torre de lanzamiento de SpaceX en Boca Chica— para capturar el cohete en pleno descenso, eliminando la necesidad de trenes de aterrizaje convencionales. Este método, aún experimental incluso para SpaceX, implica una maniobra de alta precisión en la que unas enormes pinzas hidráulicas sujetan el cohete por las aletas, permitiendo su posterior reacondicionamiento y repostaje en el mismo complejo de lanzamiento.
Aunque Astronstone no ha detallado públicamente las especificaciones técnicas completas de su lanzador, sí ha confirmado que el vehículo aspira a ser completamente reutilizable, con una capacidad de carga diseñada para competir en el segmento de lanzadores medianos y pesados. El objetivo es ofrecer vuelos frecuentes y a bajo coste tanto para clientes institucionales como comerciales, siguiendo la estela de los Falcon 9 y Starship de SpaceX, pero adaptado al ecosistema regulatorio y logístico chino.
Esta apuesta por la reutilización no es exclusiva de Astronstone dentro de China; otras empresas emergentes como LandSpace, iSpace o Galactic Energy también han anunciado proyectos de cohetes parcialmente reutilizables, aunque ninguna ha optado por el acero inoxidable a gran escala. A nivel internacional, la tendencia es clara: SpaceX lidera con Starship y Falcon 9 en cuanto a reutilización y reducción de costes, mientras que Blue Origin avanza con su New Glenn y la NASA mantiene su apuesta por sistemas parcialmente reutilizables como el SLS. En Europa, la española PLD Space ha iniciado pruebas con su Miura 1 y proyecta su Miura 5 como un futuro lanzador reutilizable, aunque todavía con tecnologías menos disruptivas que el acero inoxidable.
El auge de startups espaciales privadas en China es una consecuencia directa de la apertura del sector por parte del Gobierno chino en 2014, permitiendo la entrada de capital privado y la innovación tecnológica en un terreno hasta entonces reservado a gigantes estatales como CASC o CASIC. Desde entonces, el ecosistema ha florecido con decenas de actores compitiendo por captar talento, inversión y contratos tanto civiles como militares. En este contexto, la capacidad de ofrecer lanzamientos fiables, rápidos y económicos se ha convertido en el principal factor diferenciador.
La ronda de financiación obtenida por Astronstone, cuyo monto concreto no ha trascendido, supone un espaldarazo a su hoja de ruta tecnológica y refuerza la carrera global por la reutilización total de lanzadores. La compañía prevé realizar las primeras pruebas de sistemas en tierra dentro de los próximos dos años, con vistas a un vuelo de demostración antes de 2027, si los plazos se cumplen.
En definitiva, la entrada de Astronstone en el selecto club de desarrolladores de cohetes de acero inoxidable y sistemas de recuperación ultra-avanzados confirma que la revolución de la reutilización, iniciada por SpaceX, ya es un fenómeno global. El futuro de los lanzamientos espaciales será, cada vez más, rápido, barato y sostenible, impulsado por una competencia internacional que no deja de intensificarse.
(Fuente: SpaceNews)

 
							 
							