ArianeGroup culmina con éxito una ronda clave de pruebas del motor reutilizable Prometheus

El sector espacial europeo ha dado un significativo paso adelante hacia la próxima generación de lanzadores con la finalización, el pasado 20 de junio, de una serie crucial de encendidos de prueba del motor Prometheus. La empresa ArianeGroup, en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), ha liderado el desarrollo de este innovador propulsor, llamado a transformar la industria aeroespacial del continente y a situarla a la altura de las principales potencias espaciales.
El motor Prometheus, concebido bajo un contrato de la ESA, destaca por su capacidad de reutilización y su diseño orientado a la producción en masa. Con una potencia de empuje cercana a las 100 toneladas, el Prometheus será el corazón de los futuros lanzadores europeos, como el Ariane Next, pensados para competir en costes y prestaciones con los actuales gigantes del sector privado, como SpaceX y Blue Origin.
Tecnología de vanguardia y fabricación avanzada
Una de las características más revolucionarias del Prometheus es su enfoque en la reducción drástica de costes. Tradicionalmente, los motores de cohete europeos han sido eficaces, pero costosos y de un solo uso, como los utilizados en el Ariane 5. El Prometheus está diseñado para ser diez veces más barato, gracias a la incorporación de técnicas avanzadas de fabricación, como la impresión 3D, y el uso extensivo de materiales innovadores, como aleaciones ligeras y resistentes.
Este motor está alimentado por una combinación de oxígeno líquido y metano líquido, una alternativa más limpia y eficiente respecto a los combustibles convencionales. El metano, además, ofrece ventajas en términos de reutilización y mantenimiento del motor, permitiendo que cada unidad pueda ser utilizada en múltiples misiones, lo que representa un cambio de paradigma para la industria espacial europea.
Un paso estratégico frente a la competencia internacional
El éxito de estas pruebas llega en un momento de intensa competencia en el sector espacial. SpaceX, con sus motores Merlin y Raptor, y Blue Origin, con el BE-4, han revolucionado el mercado de lanzadores gracias a la reutilización, abaratando los costes de acceso al espacio y consolidando una posición de liderazgo en lanzamientos comerciales y misiones de agencias gubernamentales, incluida la NASA.
Europa, hasta ahora, había contado con los fiables pero costosos Ariane 5 y el recientemente estrenado Ariane 6, que pese a sus mejoras técnicas, seguían anclados en el modelo de un solo uso. El desarrollo y validación del Prometheus abre la puerta a una nueva generación de cohetes europeos reutilizables, capaces de rivalizar directamente con los Falcon 9 y los próximos sistemas Starship de SpaceX, o el New Glenn de Blue Origin.
El contexto internacional también incluye la emergencia de nuevos actores privados y públicos, como la española PLD Space, que recientemente efectuó con éxito el lanzamiento de su cohete MIURA 1, demostrando la pujanza de la industria espacial europea en su conjunto. Asimismo, la NASA continúa avanzando en la exploración interplanetaria y el estudio de exoplanetas, mientras que Virgin Galactic sigue apostando por el turismo espacial suborbital.
Historia y futuro del programa Prometheus
El desarrollo del motor Prometheus comenzó en 2017, como respuesta a la necesidad de Europa de mantenerse competitiva en el mercado global de lanzamientos. Bajo la dirección de ArianeGroup y con el apoyo de la ESA, el programa ha superado varias etapas críticas de diseño, fabricación y ensayo, culminando con la reciente campaña de pruebas en el banco de ensayos de Vernon, Francia.
Durante estas pruebas, el motor Prometheus fue sometido a diversos ciclos de encendido y apagado, comprobando su capacidad de respuesta, eficiencia y robustez. Los ingenieros de ArianeGroup han destacado la fiabilidad del propulsor y su potencial para ser escalable tanto en lanzadores medianos como pesados.
El siguiente paso será la integración del Prometheus en prototipos de lanzadores reutilizables, como el Ariane Next, cuyo debut está previsto para la próxima década. Este cohete, junto a otros proyectos europeos, aspira a garantizar la autonomía estratégica de Europa en el acceso al espacio y a consolidar su papel en el transporte de cargas útiles, misiones científicas y comerciales, y la exploración espacial.
En definitiva, la culminación de estas pruebas representa un avance crucial para la industria espacial europea y marca el inicio de una nueva era en la que la reutilización, la eficiencia y la sostenibilidad serán los pilares del acceso al espacio. Europa se posiciona así como un competidor global en el sector aeroespacial, preparada para afrontar los retos tecnológicos y comerciales de las próximas décadas.
(Fuente: European Spaceflight)

 
							 
							