Arranque frenético en el espacio: Blue Origin, Viasat y Sentinel-6B encabezan una semana clave de lanzamientos

La industria aeroespacial vive estos días una intensa actividad, marcada por el regreso de lanzamientos largamente esperados y misiones clave tanto de actores privados como de agencias públicas. El calendario de lanzamientos de esta semana recoge hitos de especial interés, entre los que destacan el debut orbital del cohete New Glenn de Blue Origin, la puesta en órbita del satélite Viasat y el esperado despegue del satélite europeo Sentinel-6B. Estos eventos, junto a otros lanzamientos de SpaceX y la NASA, subrayan la creciente competencia y cooperación internacional en la exploración y explotación del espacio.
New Glenn: el esperado debut orbital de Blue Origin
Uno de los protagonistas indiscutibles de la semana es Blue Origin, la compañía fundada por Jeff Bezos. Tras varios retrasos y una larga fase de desarrollo, el potente cohete New Glenn está listo para su primer intento de alcanzar la órbita terrestre. Se trata de un vehículo de gran tamaño, con una altura de 98 metros y una capacidad de carga superior a las 45 toneladas en órbita baja terrestre. El New Glenn utiliza motores BE-4, que queman metano y oxígeno líquido, y su primer grado está diseñado para ser reutilizable, siguiendo la tendencia inaugurada por SpaceX con su Falcon 9.
El éxito de este lanzamiento representaría un hito para Blue Origin, que hasta ahora solo había volado su New Shepard en misiones suborbitales. Con el New Glenn, la compañía aspira a competir tanto en el mercado de lanzamientos comerciales como en misiones gubernamentales estadounidenses, donde SpaceX y United Launch Alliance han dominado hasta la fecha. Su debut, además, se produce en un contexto de creciente demanda de lanzamientos para satélites de telecomunicaciones, constelaciones de internet y misiones científicas.
Viasat: Internet global de alta velocidad desde el espacio
Junto al debut de New Glenn, el lanzamiento del satélite Viasat-3 representa otro de los grandes hitos de la semana. Esta misión, que también sufrió retrasos previos debido a condiciones meteorológicas adversas, está a cargo de SpaceX y su cohete Falcon Heavy. Viasat-3 es el segundo de una serie de satélites de comunicaciones de nueva generación que proporcionarán conectividad de alta velocidad a zonas remotas y desatendidas a nivel global.
Los satélites Viasat-3 utilizan una innovadora arquitectura de antenas y sistemas de transmisión capaces de proporcionar velocidades de hasta 1 Tbps (terabit por segundo), lo que permitirá un acceso a internet rápido y fiable en aviones, barcos y comunidades rurales. El despliegue de la constelación completa de Viasat-3 supondrá un salto cualitativo en la conectividad global, reforzando la posición de la compañía estadounidense frente a competidores como OneWeb o la Starlink de SpaceX.
Sentinel-6B: monitoreo climático europeo desde la órbita
En el ámbito de la observación terrestre, el lanzamiento del satélite Sentinel-6B, una colaboración entre la ESA, la NASA, Eumetsat y NOAA, destaca como pieza clave de la misión Copernicus. Este satélite, gemelo del ya operativo Sentinel-6 Michael Freilich, contribuirá a la monitorización precisa de los niveles del mar a escala planetaria, un parámetro crucial para el estudio del cambio climático.
Sentinel-6B incorpora un radar altímetro de última generación, capaz de medir la altura de la superficie oceánica con una precisión de milímetros. Los datos recopilados serán fundamentales para comprender la evolución de los océanos, prever inundaciones costeras y desarrollar modelos climáticos más fiables. Su lanzamiento se realizará desde la Base Aérea de Vandenberg, en California, utilizando un cohete Falcon 9 de SpaceX, consolidando así la cooperación transatlántica en la vigilancia medioambiental.
SpaceX y la rutina del acceso al espacio
Mientras tanto, SpaceX continúa con su frenético ritmo de lanzamientos, que ha revolucionado la industria en la última década. Además del Falcon Heavy con Viasat-3 y el Falcon 9 con Sentinel-6B, la compañía de Elon Musk tiene programados varios lanzamientos de su constelación Starlink, que ya cuenta con más de 6.000 satélites en órbita y persigue el objetivo de ofrecer internet global a bajo coste.
Esta capacidad de lanzar, recuperar y reutilizar cohetes en plazos cada vez más cortos ha permitido a SpaceX reducir drásticamente los costes de acceso al espacio y consolidar su liderazgo frente a rivales históricos y emergentes. La compañía también avanza en el desarrollo de la Starship, el gigantesco vehículo de nueva generación destinado a misiones lunares, marcianas y de transporte intercontinental, aunque su primer vuelo orbital aún se encuentra en fase de pruebas.
Panorama internacional: Virgin Galactic, PLD Space y más allá
Otras empresas del sector privado también buscan su lugar en el nuevo ecosistema espacial. Virgin Galactic, tras superar varios problemas técnicos, prepara nuevas misiones suborbitales de turismo espacial con su nave SpaceShipTwo, mientras que la española PLD Space avanza en el desarrollo de su lanzador MIURA 1, que ya ha completado con éxito su primer vuelo de prueba suborbital y mira hacia la comercialización de pequeños lanzamientos orbitales.
En el campo de la exploración de exoplanetas, la NASA y la ESA mantienen en marcha misiones como TESS y CHEOPS, dedicadas a la detección y caracterización de mundos habitables fuera de nuestro sistema solar. Estas iniciativas, junto con los avances en telescopios espaciales y sondas interplanetarias, perfilan una década apasionante para la ciencia y la industria espacial global.
La semana que vivimos es un claro reflejo del dinamismo y la diversidad del sector espacial del siglo XXI, donde la innovación tecnológica, la competencia internacional y la cooperación científica se entrelazan para ampliar los límites del conocimiento y de la presencia humana en el cosmos. (Fuente: NASASpaceflight)
