La NASA asegura el suministro de helio para sus misiones con contratos multimillonarios

La NASA ha dado un paso fundamental para garantizar el desarrollo de sus futuras misiones espaciales, tanto tripuladas como robóticas, al seleccionar a un grupo de contratistas especializados para el suministro de helio líquido y gaseoso a múltiples instalaciones de la agencia en Estados Unidos. Este suministro, esencial para numerosas operaciones aeroespaciales, queda garantizado como mínimo durante los próximos dos años, gracias a un ambicioso acuerdo valorado en unos 105,1 millones de dólares.
El contrato, denominado «Agency-wide Supply of Liquid and Gaseous Helium», adopta la modalidad de contrato de requerimientos de precio fijo, con órdenes de entrega igualmente a precio cerrado. Esta fórmula administrativa permite a la NASA realizar pedidos según sus necesidades específicas y mantener, al mismo tiempo, la estabilidad presupuestaria, algo crítico en el actual contexto competitivo y de ajuste de costes en el sector espacial.
El helio, un elemento tan ligero como escaso en la Tierra, desempeña un papel absolutamente vital en la industria aeroespacial y, en particular, en las operaciones de la NASA. Su uso principal reside en la presurización y purgado de sistemas de propulsión de cohetes. Por ejemplo, es esencial para desplazar el combustible y el oxidante dentro de los tanques de las etapas propulsoras, evitando contaminaciones y asegurando un flujo constante durante el lanzamiento. Además, el helio líquido se emplea en la refrigeración de detectores científicos extremadamente sensibles, como los utilizados en telescopios espaciales o experimentos de física de partículas.
La historia del helio en la exploración espacial se remonta a los primeros lanzamientos de cohetes de la era Sputnik y Apolo. Durante el programa lunar estadounidense, el helio fue indispensable para garantizar que las etapas Saturno V funcionasen correctamente, presurizando los tanques de hidrógeno y oxígeno a temperaturas criogénicas. En misiones más recientes, como las del transbordador espacial o los cohetes Falcon 9 de SpaceX, esta función sigue siendo esencial, aunque los métodos y la eficiencia del uso del helio han mejorado notablemente gracias a la innovación tecnológica.
En la actualidad, la demanda de helio en el sector espacial no deja de crecer. Empresas privadas como SpaceX y Blue Origin, que compiten por contratos gubernamentales y comerciales, también son grandes consumidoras de helio para sus lanzadores reutilizables. SpaceX, por ejemplo, ha perfeccionado técnicas para minimizar el consumo de helio en cada lanzamiento, optimizando costes y recursos. Por su parte, Blue Origin emplea helio tanto en sus pruebas suborbitales con New Shepard como en el desarrollo de su cohete orbital New Glenn.
Otras iniciativas, como la española PLD Space, que recientemente ha realizado pruebas exitosas de su cohete Miura 1, también incorporan helio en sus sistemas de presurización. En el ámbito del turismo espacial, Virgin Galactic utiliza helio en la preparación y lanzamiento de sus vehículos suborbitales SpaceShipTwo, subrayando la transversalidad de este recurso en la nueva economía espacial.
El contrato de suministro recién adjudicado por la NASA no solo cubre los grandes centros de lanzamiento, como el Kennedy Space Center o el Stennis Space Center, sino que también abastece a laboratorios de investigación, telescopios espaciales y misiones de estudio de exoplanetas. En este sentido, el helio es imprescindible en misiones como el telescopio espacial James Webb, cuyo sistema criogénico requiere temperaturas cercanas al cero absoluto para detectar la débil luz procedente de planetas extrasolares y galaxias lejanas.
La importancia de asegurar el suministro de helio ha ido en aumento en los últimos años debido a la volatilidad de su mercado global. El helio no puede ser fabricado artificialmente en grandes cantidades y su extracción depende en gran medida de yacimientos de gas natural, especialmente en Estados Unidos, Catar y Argelia. Por ello, la NASA busca contratos estables y de largo plazo que le permitan protegerse frente a posibles fluctuaciones de precios y a la escasez de este recurso estratégico.
La adjudicación de este contrato multimillonario subraya el compromiso de la NASA por mantener la autosuficiencia y la fiabilidad en sus operaciones, en un momento en el que la agencia se prepara para misiones cruciales como el retorno de astronautas a la Luna con el programa Artemis, la exploración de Marte y la búsqueda de exoplanetas aptos para la vida. El suministro seguro de helio será un pilar fundamental en el éxito de estos desafíos tecnológicos y científicos.
Con esta decisión, la NASA refuerza su liderazgo y sienta las bases para una nueva era de exploración espacial, en la que la colaboración entre agencias públicas y empresas privadas es más importante que nunca. (Fuente: NASA)

 
							 
							