La NASA lanza SNIFS, una misión pionera para desvelar los misterios de la cromosfera solar

La carrera por entender los secretos más recónditos del Sol da un nuevo paso adelante este mes de julio con el lanzamiento de la misión Solar EruptioN Integral Field Spectrograph, conocida por sus siglas SNIFS. Esta misión, impulsada por la NASA, tiene como objetivo principal analizar en detalle la cromosfera solar, una de las capas más enigmáticas y menos comprendidas de la atmósfera solar. El lanzamiento está previsto para el viernes 18 de julio desde el White Sands Missile Range, en Nuevo México, utilizando un cohete suborbital Black Brant IX.
La cromosfera: un laboratorio natural en el Sol
La cromosfera es una fina capa de la atmósfera solar situada entre la fotosfera, que es la superficie visible del Sol, y la corona, su región más externa. Pese a su relativo pequeño grosor —apenas unos 2.000 kilómetros—, la cromosfera desempeña un papel fundamental en los procesos energéticos y dinámicos del Sol, actuando como punto de conexión entre las capas internas y externas. Es en esta región donde se producen espectaculares fenómenos como las protuberancias solares, las fulguraciones y la propagación de ondas de choque, todos ellos determinantes para el clima espacial y su impacto sobre la Tierra.
El instrumental SNIFS: tecnología espectroscópica de vanguardia
El corazón de la misión SNIFS es un espectrógrafo de campo integral avanzado, diseñado para captar imágenes y espectros de la cromosfera con una resolución sin precedentes en múltiples longitudes de onda. Esta tecnología permitirá a los astrofísicos estudiar la distribución espacial y temporal de la energía liberada durante las erupciones solares, así como caracterizar los flujos de plasma y los campos magnéticos implicados en estos procesos.
El instrumento recogerá datos clave sobre el calentamiento de la cromosfera, un misterio solar aún sin resolver. Se espera que los resultados de SNIFS contribuyan a aclarar cómo se transfiere la energía desde las capas más profundas del Sol hasta su atmósfera exterior, un fenómeno esencial para comprender la generación de las tormentas solares y su influencia en las actividades humanas, desde las comunicaciones por satélite hasta las redes eléctricas.
El cohete Black Brant IX: una plataforma fiable para misiones suborbitales
Para transportar su valiosa carga científica, la NASA ha optado por el Black Brant IX, un veterano cohete sonda desarrollado por Northrop Grumman. Este vehículo suborbital es ampliamente utilizado en experimentos de física atmosférica y astrofísica debido a su fiabilidad y capacidad para alcanzar altitudes de hasta 400 kilómetros, lo que sitúa a los instrumentos a bordo fuera de la atmósfera terrestre durante unos minutos, permitiendo así observaciones sin interferencias.
El Black Brant IX no es ajeno a misiones pioneras. Desde su introducción en la década de 1970, ha participado en más de 800 lanzamientos, constituyendo una pieza clave en la exploración espacial suborbital. La elección de este cohete garantiza que SNIFS contará con la plataforma adecuada para cumplir sus ambiciosos objetivos científicos.
La importancia de las misiones suborbitales en la investigación solar
Aunque los grandes telescopios espaciales, como el Solar Dynamics Observatory de la NASA o la sonda Solar Orbiter de la ESA, han revolucionado nuestra visión del Sol, las misiones suborbitales siguen desempeñando un papel crucial. Gracias a su bajo coste y rápida implementación, estos vuelos permiten probar nuevos instrumentos y obtener datos específicos que complementan las observaciones de misiones de mayor alcance.
En este contexto, SNIFS se suma a una larga tradición de experimentos solares lanzados desde White Sands, una instalación emblemática para la investigación atmosférica y espacial de Estados Unidos. El éxito de esta misión podría allanar el camino para futuras investigaciones con instrumentos aún más sofisticados que permitan desentrañar los mecanismos de calentamiento y dinámica solar.
Perspectivas para el futuro: un Sol más comprendido
El lanzamiento de SNIFS marca un hito en el estudio de la cromosfera solar, una región cuyas complejas interacciones energéticas tienen efectos directos sobre la Tierra y el entorno espacial próximo. Los datos que recabe esta misión serán fundamentales para mejorar los modelos de predicción de la actividad solar y, por ende, proteger nuestras infraestructuras tecnológicas de los efectos adversos del clima espacial.
Mientras SpaceX sigue avanzando con su programa Starship, Blue Origin reinicia sus vuelos suborbitales tripulados y Europa apuesta por lanzadores espaciales privados como PLD Space, la investigación científica de la NASA en torno al Sol demuestra que la exploración del espacio sigue siendo un esfuerzo multidisciplinar y global.
La misión SNIFS representa una nueva oportunidad para profundizar en los misterios del Sol, acercándonos un paso más a comprender la estrella que hace posible la vida en la Tierra. (Fuente: NASA)

 
							 
							