NASA abre a concurso el emblemático hangar de investigación de Cleveland para nuevos proyectos aeroespaciales

La NASA ha anunciado la apertura de un proceso de licitación para el alquiler de una de sus instalaciones más emblemáticas: el histórico hangar, conocido oficialmente como Flight Research Building, perteneciente al Glenn Research Center en Cleveland, Ohio. Este edificio, junto con su aparcamiento adyacente, una plataforma de operaciones y un pequeño edificio de oficinas, se pone a disposición de empresas, instituciones o consorcios interesados en fomentar el desarrollo aeroespacial o la investigación tecnológica puntera. El plazo para presentar propuestas concluye el próximo 28 de noviembre a la 1 p.m. EDT.
El Glenn Research Center, fundado en 1941 y bautizado en honor al astronauta John Glenn, ha sido un bastión de la investigación aeronáutica y espacial de la NASA durante más de ocho décadas, jugando un papel fundamental en el desarrollo de motores a reacción, pruebas de materiales para reentradas atmosféricas y sistemas de propulsión avanzados. El hangar, conocido por albergar aeronaves experimentales y servir de plataforma de pruebas para tecnologías de vanguardia, representa un enclave histórico dentro de la evolución de la ingeniería aeroespacial estadounidense.
La decisión de ofrecer en régimen de alquiler estas instalaciones responde a la estrategia de la NASA de optimizar el uso de su patrimonio inmobiliario y fomentar la colaboración con el sector privado, universidades y startups tecnológicas. En los últimos años, la agencia espacial estadounidense ha impulsado acuerdos similares para promover la transferencia de tecnología, la incubación de empresas y el avance de nuevos conceptos de vuelo, tanto tripulados como no tripulados.
El hangar y las infraestructuras anexas pueden ser utilizados para una amplia variedad de actividades, desde la investigación de nuevos sistemas de propulsión eléctrica, el desarrollo de vehículos espaciales reutilizables, hasta la experimentación con drones de gran autonomía o aeronaves de despegue y aterrizaje vertical. Además, el acceso a una plataforma de operaciones y a un edificio de oficinas facilita la instalación de equipos técnicos y administrativos, creando un entorno propicio para la innovación.
La convocatoria, que exige la firma de un contrato de arrendamiento, busca atraer propuestas con una sólida base tecnológica y un claro potencial de impacto en el sector aeroespacial. Los candidatos deberán demostrar experiencia, capacidad financiera y un plan de uso que se alinee con los objetivos de la NASA en cuanto a sostenibilidad, seguridad y transferencia de conocimiento.
El interés por infraestructuras de este tipo se ha visto impulsado en los últimos años por el auge de las empresas privadas del sector espacial, como SpaceX o Blue Origin, que han revolucionado el mercado con el desarrollo de cohetes reutilizables y tecnologías disruptivas. Además, iniciativas como las de la española PLD Space, dedicada a la construcción de lanzadores suborbitales y orbitales, evidencian el dinamismo a nivel internacional y la necesidad de espacios adaptados para la experimentación y validación de nuevas soluciones.
Por otro lado, la apertura de este hangar puede suponer una oportunidad para proyectos ligados a la observación de exoplanetas, el desarrollo de nuevas plataformas de lanzamiento o la integración de inteligencia artificial en sistemas de vuelo autónomo. No hay que olvidar que históricamente, el Glenn Research Center ha sido escenario de hitos como las pruebas del motor de hidrógeno líquido para el programa Apolo, o la validación de materiales avanzados para sondas interplanetarias.
El movimiento de la NASA coincide con una tendencia global a la colaboración público-privada para acelerar la exploración espacial y el acceso a la órbita baja terrestre. Ejemplos recientes incluyen el acuerdo entre la Agencia Espacial Europea y startups emergentes para el uso compartido de infraestructuras, o el programa Artemis de la propia NASA, que implica la cooperación de empresas como SpaceX, Blue Origin y otras en el desarrollo de módulos lunares y sistemas de soporte vital.
En definitiva, la apertura del histórico hangar del Glenn Research Center es una invitación a la comunidad aeroespacial internacional para aprovechar el legado de la NASA en favor de la innovación y el progreso tecnológico. El proceso de selección promete atraer propuestas que contribuyan al avance del sector, en un momento en el que el espacio se perfila como uno de los grandes motores de crecimiento científico, económico y estratégico de las próximas décadas.
(Fuente: NASA)

 
							 
							