SpaceX lanza con éxito 28 satélites Starlink en su última misión de internet global

En la madrugada del 8 de junio, SpaceX ha vuelto a demostrar su liderazgo en la industria aeroespacial con el lanzamiento de la misión Starlink 10-28, que pone en órbita otros 28 satélites para su ambicioso sistema global de internet de banda ancha. El despegue tuvo lugar a las 10:21 (hora peninsular española) desde la plataforma SLC-40 de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida. El cohete Falcon 9, auténtico caballo de batalla de la compañía dirigida por Elon Musk, completó la misión con precisión y sin contratiempos, consolidando aún más la posición de SpaceX como actor clave en el acceso comercial al espacio.
Detalles técnicos del lanzamiento
El Falcon 9, reutilizable y con un diseño revolucionario que ha cambiado la forma en que se conciben los lanzadores orbitales, despegó bajo condiciones meteorológicas favorables, impulsando su carga de 28 satélites Starlink hacia la órbita terrestre baja (LEO). Tras la separación de la primera etapa, ésta realizó una maniobra controlada para aterrizar sobre la plataforma marítima autónoma «Just Read the Instructions», ubicada en el Atlántico. Este proceso, que SpaceX ha perfeccionado tras decenas de lanzamientos, permite la reutilización del propulsor y reduce significativamente los costes de acceso al espacio.
La segunda etapa del Falcon 9 continuó su trayectoria hasta alcanzar la altitud y velocidad orbital adecuadas, donde desplegó los 28 satélites Starlink. Cada uno de estos satélites, de unos 260 kg, está equipado con paneles solares y sistemas de propulsión propios, lo que les permite alcanzar su posición final en la constelación y realizar maniobras de ajuste orbital de manera autónoma.
El proyecto Starlink: historia y cifras
Starlink es la apuesta de SpaceX para proporcionar acceso a internet de alta velocidad en todo el mundo, especialmente en zonas rurales o aisladas donde las conexiones tradicionales son inviables o demasiado costosas. Desde el primer lanzamiento de satélites Starlink en 2019, la flota ha crecido exponencialmente y, con esta misión, la empresa se acerca a superar los 5.000 satélites operativos en órbita.
La constelación Starlink opera en la órbita terrestre baja, entre 340 y 550 kilómetros de altura, lo que reduce la latencia y mejora la velocidad de conexión en comparación con los sistemas satelitales tradicionales, situados a más de 30.000 kilómetros. SpaceX prevé ampliar la constelación hasta más de 12.000 satélites, con el objetivo de ofrecer cobertura global y capacidad suficiente para millones de usuarios simultáneos.
Innovación y competencia en el sector aeroespacial
El éxito continuado de SpaceX con el Falcon 9 y el programa Starlink ha impulsado a otras empresas y agencias a acelerar sus propios proyectos. Blue Origin, la compañía fundada por Jeff Bezos, continúa trabajando en el desarrollo de su cohete New Glenn y en su plataforma de lanzamiento para cargas comerciales y científicas. Por su parte, la NASA avanza en el programa Artemis para llevar de nuevo astronautas a la Luna, mientras que la Agencia Espacial Europea (ESA) y la española PLD Space se preparan para nuevos hitos en lanzamientos suborbitales y orbitales.
En el sector del turismo espacial, Virgin Galactic retomó recientemente sus vuelos de prueba con pasajeros al borde del espacio, mientras que compañías como Axiom Space y Sierra Space exploran fórmulas para estaciones espaciales privadas y vuelos comerciales a la órbita baja.
La exploración de exoplanetas también vive un momento de efervescencia. El telescopio espacial James Webb, operado conjuntamente por la NASA, la ESA y la Agencia Espacial Canadiense, sigue arrojando datos espectaculares sobre atmósferas de planetas lejanos, revelando la presencia de moléculas de agua y compuestos orgánicos que podrían indicar condiciones favorables para la vida.
El futuro de las comunicaciones espaciales
La expansión constante de Starlink plantea retos y oportunidades. Por un lado, la mejora de la conectividad puede reducir la brecha digital en regiones desfavorecidas. Por otro, la acumulación de satélites en órbita baja incrementa la preocupación por la congestión y el riesgo de colisiones, lo que ha motivado el desarrollo de nuevas normativas internacionales y tecnologías de mitigación de desechos espaciales.
SpaceX, por su parte, sigue trabajando en el desarrollo de su cohete Starship, destinado a misiones interplanetarias y capaz de poner cargas mucho mayores en órbita, lo que podría revolucionar tanto el transporte espacial como la expansión del sistema Starlink en el futuro.
Con cada lanzamiento, la carrera espacial del siglo XXI se acelera y diversifica, con actores públicos y privados compitiendo y colaborando en la conquista del espacio. El éxito de la misión Starlink 10-28 es un nuevo paso en la democratización del acceso a internet y un ejemplo del dinamismo actual del sector aeroespacial.
(Fuente: Spaceflight Now)

 
							 
							